Por Carlos Scheel Mayenberger
Los recientes modelos de negocios apuntan a buscan el equilibrio entre la naturaleza y los procesos de la empresa, por lo que definitivamente cada vez las empresas se ven más obligadas a tomarlos en cuenta.
El concepto “economía azul” es un término desarrollado por el economista Gunter Pauli; quien después de observar las deficiencias existentes en los actuales modelos económicos se dio a la tarea de recolectar 100 procesos existentes en la naturaleza, los cuales denominó “iniciativas”; mismas que insertó en un entorno de negocios para poder hacerlas capitalizables. ¿La idea?, convertir esos “procesos naturales” en “procesos industriales”, es decir, nuevas oportunidades de negocio, actividades eficientes y con valor dentro del mercado.
De la teoría a la práctica
A raíz de la recesión económica vivida en el mundo en los últimos años, han surgido desde distintas latitudes y a través de distintas perspectivas, nuevos modelos económicos que apuntan a un desarrollo más integral en la forma de capitalizar las empresas, una de ellas es: economía azul.
Para adentrarnos en dicho concepto es importante aproximarnos a éste como una solución alterna al modelo convencional de negocio, como en su momento fueron: economía verde, sistémica, de resilencia o de cualquier otro tipo. El desgaste al que se ha sometido el sistema capitalista lo hace parecer, en palabras de expertos: “desgastado”. Este nuevo modelo del que hablamos surge como una estrategia de innovación y enfoque que permite apostarle a una riqueza sustentable y en armonía con el entorno.
En palabras de su autor, economía azul ofrece un esquema que sigue la física y la naturaleza; sus modelos y métodos de selección y producción de materiales así como la reutilización de los mismos. A partir de dicha base se implementan en cascada generativa y regenerativa una serie de innovaciones de productos, procesos y temas sostenibles que ofrezcan un esquema similar al de la naturaleza y su funcionamiento, es decir, cómo atacar los problemas de contaminación, de regeneración de desperdicios, desde un forma ordenada y bajo una nueva lógica.
Un ejemplo concreto lo tenemos en el caso particular de los árboles, estos últimos tienden a crecer en armonía unos con otros, respetando sus espacios, mismos que cuidan, alimentan y aprovechan. Aquí no existe el desperdicio, todo cuanto se desecha se transforma y sirve para seguir creciendo.
De la naturaleza a los negocios
Para poder implementar estos nuevos modelos es de suma importancia resaltar el papel del líder del negocio, ya que este cambio se acompaña de una nueva idea de emprendedurismo. El nuevo emprendedor debe estar cercano a la naturaleza para resolver situaciones como: la escasez de energía, agua y tierra que eventualmente tendrán un impacto sobre lo social y la idea de comunidad.
De la misma forma es elemental que las empresas se culturicen a la par de los consumidores en una relación de mutua responsabilidad respecto al entorno. Ejemplo: el surgimiento del agua embotellada, es sólo resultado de una demanda de mercado propuesta por las mismas empresas y adoptada por los consumidores sin importar la huella ecológica que esto último pudiera generar a largo plazo.
El caso de México y América Latina
Particularmente en estas latitudes es un tema sumamente pertinente y rescatable. Es por todos conocido que la región de América es una de las más ricas en recursos naturales en el mundo, pero desafortunadamente y gracias al modelo de negocio persistente, basado en la generación de deuda, se ha ido deteriorando.
Una economía que sólo busca industrializar, gastar mucho y consumir para cubrir deuda es un modelo que afecta irreversiblemente al ambiente natural. Dicha forma de hacer negocios está acabando con materias primas y recursos naturales.
Un claro ejemplo de ello es el hecho de que el 40% de la tierra no se está regenerando; el ciclo anual que ésta tiene para reproducir aquello que consume (agua, aire, tierra) no está volviendo a la cadena de valor de la cual dependen millones de seres vivos para subsistir.
Gracias al modelo de extracción de los países industrializados, AL se ha visto claramente expuesta a la sobrexplotación de recursos. Mismos que se traducen en problemas de desigualdad social, generación de empleos y oportunidades.
La misma historia económica así lo marca. A grandes cambios sociales, sobrevienen grandes cambios económicos y rompimiento de paradigmas. Economía azul se presenta como una alternativa más ante los grandes cambios sociales y ecológicos que como sociedades estamos padeciendo.