Mientras que la administración estadounidense inicia el despliegue de su nuevo plan de acción para “ganar la carrera por la inteligencia artificial”, la ONU advierte que la falta de regulación y coordinación internacional en torno a esta tecnología, podría provocar una grave desigualdad de oportunidades tecnológicas a nivel global.
Luego de que la semana pasada la administración de Donald Trump hizo mucho ruido tras revelar su nuevo “Plan de Acción de Inteligencia Artificial” y firmar una serie de órdenes ejecutivas mediante las cuales pretende desregular la industria tecnológica y restringir el desarrollo de modelos de IA “ideológicamente sesgados”, la secretaria general de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) de la ONU, Doreen Bogdan-Martin, se proclamó en contra de las recientes iniciativas del gobierno de Estados Unidos, advirtiendo que avanzar sin coordinación global podría fomentar grandes brechas tecnológicas y desigualdad de oportunidades en el sector.
De hecho, la funcionaria internacional alzó la voz e invitó a las naciones a hacer justo lo contrario: cooperar para establecer un marco regulatorio mundial que garantice el desarrollo de una IA equitativa que sea “verdaderamente beneficiosa para toda la humanidad”.
¿En qué consiste el plan de acción de inteligencia artificial de Estados Unidos?
El nuevo plan de acción impulsado por la Casa Blanca tiene como objetivo consolidar a Estados Unidos como la principal potencia en inteligencia artificial del mundo, frente a rivales como China. La iniciativa se centra en tres pilares estratégicos, los cuales son: acelerar la innovación en el país, construir la infraestructura necesaria para el desarrollo de la IA y reforzar la seguridad nacional de la mano de dicha tecnología.
“Queremos que las empresas tecnológicas estadounidenses se comprometan por completo con Estados Unidos y pongan al país primero”, declaró Trump durante la presentación del nuevo plan.
Las nuevas órdenes ejecutivas de la administración de Trump
Como parte del despliegue, Trump firmó tres órdenes ejecutivas, entre las cuales se encuentra una con la que busca frenar el desarrollo de modelos de IA “wokes” o considerados “políticamente progresistas”, recortando el apoyo económico del gobierno dedicado a este tipo de herramientas.
La medida ha generado polémica, ya que establece que toda empresa tecnológica que reciba financiación federal para el desarrollo de nuevos modelos de IA, debe ser capaz de demostrar que son “ideológicamente neutrales” y no son influidos por conceptos como diversidad, equidad e inclusión (DEI). Algunos expertos temen que lo que Trump realmente busca hacer con esta política es cerrarse a respaldar únicamente el desarrollo de modelos de IA que se alineen con sus ideologías.
Las otras dos órdenes ejecutivas promovidas por Trump tienen como objetivo agilizar la tramitación de permisos federales enfocados en infraestructura de centros de datos y eliminar ciertas regulaciones ambientales que, según la administración, frenan la expansión tecnológica.

Si bien estas iniciativas han sido bien recibidas por algunos miembros del sector tecnológico, también están despertando preocupación entre grupos ambientalistas y comunidades locales debido al impacto que estas instalaciones pueden generar en términos de consumo energético, contaminación y emisiones de carbono.
La ONU se proclama en contra de las nuevas políticas de IA de Estados Unidos
La secretaria general de la UIT de la ONU reaccionó con preocupación ante el enfoque competitivo y desregulado del gobierno de Estados Unidos. En una entrevista, Doreen afirmó que aún está “tratando de digerir” el plan y subrayó la necesidad urgente de establecer un marco global de gobernanza de la inteligencia artificial.
“La IA tiene el potencial de beneficiar a la humanidad, pero esto no será posible si no hay un diálogo responsable entre los actores políticos y económicos”, afirmó.
La funcionaria también confesó sentirse preocupada por el surgimiento de enfoques contrastantes para el desarrollo de esta tecnología, que según ella podrían acentuar la desigualdad tecnológica global.
“Tenemos el enfoque de la Unión Europea, el chino y ahora estamos viendo el de Estados Unidos”, declaró la funcionaria de la ONU. “Creo que lo que se necesita realmente es que estos distintos enfoques faciliten el diálogo”, añadió al respecto.
Por otro lado, Bogdan-Martin considera que la UIT puede desempeñar un papel clave para facilitar la conversación internacional, debido a que es el organismo encargado de estandarizar las telecomunicaciones a nivel mundial.
Además de lo anterior, enfatizó en que alrededor del 85% de los países no cuentan con políticas claras o estrategias específicas en torno a la IA, por lo que es indispensable una coordinación multilateral.
¿Competencia o cooperación en la industria de la IA?
A medida que la carrera por el dominio de la inteligencia artificial se intensifica, el panorama enfrenta una disyuntiva entre avanzar de forma individualista bajo intereses nacionales o construir, desde el diálogo, una base común que garantice que la inteligencia artificial impulse el progreso de todos y no solo de unos cuantos.











