Pese al creciente interés global y la incursión de gigantes financieros en el ecosistema cripto, pagar el café de la mañana con bitcoin aún no es algo cotidiano, ¿qué falta para que estas divisas virtuales se conviertan en un método de pago que forme parte de nuestra vida diaria?
Las criptomonedas han recorrido un largo camino, pasando de ser un medio de inversión especulativa a consolidarse como activos digitales reconocidos por instituciones financieras y gobiernos. Sin embargo, a pesar de que en el último año se han realizado importantes avances en la industria, aún falta mucho para que puedan ser utilizadas por millones de personas como un medio de pago cotidiano, pero ¿a qué se debe esta cuestión?
Los bancos comienzan a ver con buenos ojos a las criptomonedas
Según la información de CCData y DefiLlama, en lo que va del año, el mercado de las stablecoins, un tipo de criptomonedas que se ha popularizado debido a que su valor está vinculado directamente a activos como el dólar, ha incrementado casi un 90%, alcanzando los $247 mil millones de dólares.
Una prueba clara de que el mercado de las criptomonedas está consolidándose puede verse reflejada en el hecho de que gigantes financieros como JPMorgan, Bank of America y Citigroup han comenzado a explorar el desarrollo de una stablecoin respaldada por el dólar, buscando mantenerse relevantes frente a empresas nativas del ecosistema cripto.
Mientras tanto, la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) de los Estados Unidos se ha vuelto más flexible y está permitiendo a estos bancos custodiar activos digitales sin requerir autorizaciones previas. Con este enfoque pretenden reducir la incertidumbre regulatoria que existe en torno a las criptomonedas y facilitar su inclusión al sector financiero.
Esta clase de acciones demuestran cómo la banca tradicional está dejando de ver a las criptomonedas como un “enemigo” y está buscando cada vez más formas de integrar y replicar las soluciones de las empresas cripto.
Algunos gobiernos se suben al barco del cripto
En el entorno político, distintos gobiernos a nivel global están llevando a cabo iniciativas para tratar de integrar las criptomonedas. Hace algunos años El Salvador hizo historia al convertirse en el primer país en declarar al Bitcoin como moneda de curso legal y aunque inicialmente la medida fue recibida con escepticismo por diversos organismos tanto de carácter internacional como local, el país centroamericano ha logrado colocarse en el mapa cripto global.
En el caso de Estados Unidos, desde que regresó a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump ha tomado medidas significativas para promover el crecimiento de los activos digitales y la tecnología blockchain, revocando regulaciones anteriores que eran consideradas restrictivas.
En enero de este año firmó una orden ejecutiva mediante la cual estableció un grupo de trabajo para desarrollar un marco regulatorio para los activos digitales durante su gobierno. Además, la administración de Trump ha creado una Reserva Estratégica de Bitcoin utilizando este tipo de criptomonedas incautadas por el gobierno como parte de una estrategia para posicionar a Estados Unidos como líder en el ámbito del cripto, marcando un hito en la adopción institucional de criptomonedas.

En Japón, por ejemplo, el banco nacional lanzó el año pasado un prototipo de moneda digital del banco central, reconociendo la necesidad de modernizar el sistema de pagos ante la creciente digitalización de la economía.
Mientras tanto, en el medio oriente, Dubái y Abu Dhabi están marcando la pauta, construyendo un ecosistema cripto regulado a través de la Dubai Virtual Assets Regulatory Authority, un organismo por medio del cual se han establecido reglas claras para operar con criptomonedas, lo que ha atraído a empresas como Binance, Kraken y Crypto.com a establecer oficinas regionales. No obstante, muchos países aún continúan rezagados en el sector.
La ciudad del pecado pretende liderar la adopción masiva de criptomonedas
Las Vegas se ha convertido en un epicentro para la adopción de criptomonedas. A finales de mayo de 2025, la ciudad fue sede de la Bitcoin Conference 2025, donde se implementaron pagos en tiempo real con bitcoin a través de la red Lightning. Durante el evento la empresa matriz de Square, Block, permitió a los asistentes realizar compras utilizando bitcoin, marcando un paso significativo hacia la integración de las criptomonedas en transacciones cotidianas.
Por otro lado, establecimientos como el Golden Gate Hotel and Casino, Resorts World Las Vegas y The D Las Vegas Casino Hotel han comenzado a aceptar pagos con criptomonedas para reservas de habitaciones y restaurantes, así como compras en tiendas de regalos.
Los desafíos que impiden que las criptomonedas se conviertan en dinero real
No obstante, incluso en Las Vegas donde la adopción de cripto ha estado estimulada por iniciativas de este tipo, siguen existiendo limitaciones estructurales y solo unos cuantos comercios están preparados para gestionar las compras con Bitcoin, evidenciando algunas de las barreras que impiden que las criptomonedas se conviertan en una forma de dinero cotidiano, sobre las cuales vale la pena profundizar.
– Infraestructura insuficiente
Actualmente, hay muy pocos puntos de venta equipados con terminales compatibles, escasa integración en tiendas físicas y falta de interoperabilidad entre billeteras digitales. Además, la gran mayoría de las plataformas de intercambio todavía requieren de múltiples pasos para convertir activos digitales en moneda fiduciaria, lo que desincentiva su utilización en compras cotidianas.
– Volatilidad y percepción de riesgo
Desde la óptica del consumidor, el interés por poseer criptomonedas sigue estando más relacionado a una inversión que con su uso como medio de pago. Para muchos, gastar bitcoin para sus compras sigue siendo un concepto extraño e incluso innecesario, ya que pagar con tarjeta o efectivo es un proceso instantáneo y estandarizado, mientras que al hacerlo con criptomonedas depende muchas veces del tipo de activo, la red utilizada y las tarifas asociadas.
– Desconfianza y falta de educación
Según diversas encuestas, la desinformación o falta de educación en torno a las criptomonedas es uno de los factores que más frena el uso de estos activos digitales, especialmente en sectores de bajos ingresos o con acceso limitado a recursos digitales. Esto crea una barrera psicológica importante, ya que la mayoría de las personas no adoptarán esta tecnología si no la entienden o la perciben como riesgosa.
¿Qué hace falta para el próximo paso?
Pese a que las criptomonedas continúan ganando terreno, aún hay mucho por hacer para que puedan realmente convertirse en un medio de pago masivo y cotidiano.
En primer lugar, se necesita mejorar la infraestructura para impulsar aún más su adopción, así como aumentar los puntos de venta compatibles con este tipo de activos digitales. Además, los principales impulsores del cripto consideran que se requieren más cajeros automáticos híbridos, donde sea posible comprar o vender cripto en segundos, como hoy se hace con el dinero en efectivo.
Por otro lado, debe ser prioridad que la interoperabilidad entre distintos tipos de activos digitales sea un estándar, lo que implica la creación de wallets que puedan interactuar de forma fluida tanto con las redes de Ethereum, como con la banca tradicional. Iniciativas como los “super wallets” multired que son compatibles con criptomonedas respaldadas por distintas cadenas de bloques o las APIs universales para pagos blockchain van en la dirección correcta, pero aún son escasas.
Además de lo anterior, para que las criptomonedas se conviertan en una forma de dinero cotidiano, los gobiernos deben dejar atrás el enfoque reactivo y construir marcos legales que fomenten su uso. Una regulación clara sobre cómo se tributan los pagos con cripto, qué requisitos deben cumplir los emisores de stablecoins y cómo se protegen los fondos en caso de fraude, entre muchas otras cuestiones, es esencial.
Mientras tanto, la coordinación internacional es urgente, para que si un usuario de Estados Unidos, por ejemplo, viaja a México o Europa pueda utilizar sus activos digitales sin temor a bloqueos, comisiones altas o incertidumbre legal.
Por último, no basta con abrirle la puerta a las criptomonedas y tener las regulaciones e infraestructura crítica para sacarles provecho, es indispensable guiar a los nuevos usuarios para que entren al ecosistema con confianza. Para esto, es necesario impulsar campañas educativas enfocadas en explicar a las personas los beneficios tangibles de las criptomonedas como enviar dinero a otro país sin comisiones o hacer compras sin intermediarios.