Para ser una compañía con automatización de primer mundo, todos los sistemas deben convivir entre ellos sin que las personas realicen esfuerzos adicionales a fin de volver eficiente el proceso de producción.
Con el paso de los años, el surgimiento de nuevas tecnologías de información y comunicación nos ha permitido cambiar nuestra manera de vivir día con día. Las computadoras y los teléfonos móviles se han vuelto cada vez más pequeños al mismo tiempo facilitan una comunicación más efectiva con personas en cualquier parte del mundo.
Dentro de la industria de la manufactura, esta tendencia va ganando terreno en gran medida, beneficiada con estos avances.
El Internet de las cosas (IoT) y la fabricación inteligente son los principios básicos de la Industria 4.0.
Los componentes y las máquinas de producción comparten datos en tiempo real, lo que repercute en clientes buscando productos altamente personalizados con ciclos de vida más cortos.
Estos cambios propician una dura competencia entre empresas que forzará a realizar modificaciones dentro de sus sistemas de fabricación centralizados hacia una inteligencia descentralizada.
¿Qué se necesita para ser Smart Factory?
La fabricación de productos personalizados requerirá de una producción ágil y flexible que se pueda reconfigurar rápidamente ante las nuevas demandas de los clientes. Para superar los actuales procesos rígidos de planeación y producción, son imprescindibles las estructuras de fábrica modulares compuestas de dispositivos inteligentes conectados al IoT.
Otro desafío al cual se enfrentarán las empresas y que es vital para el éxito, es que los proveedores de tecnología puedan tener interoperabilidad. Esto significa que todos los sistemas o productos convivan entre ellos sin que agentes externos realicen esfuerzos adicionales, ya que actualmente existe una gran diversidad en los estilos de los desarrolladores de software al haber diferentes lenguajes, arquitecturas y plataformas de programación.
Hay que tener en cuenta que para optimizar la interoperabilidad entre colaboradores internos y externos, hay que alinearse en tres sectores: datos, aplicaciones y negocios de la empresa. Sin embargo, esto no es un problema exclusivo del software, las tecnologías de TI que apoyan a la comunicación y las transacciones entre diferentes organizaciones. Hoy en día, una importante consideración que debe tenerse en cuenta es la evaluación económica del negocio y la definición de su política de difusión.
Logrando establecer lo anterior, como Smart Factory podrás obtener:
· Incrementos en la productividad.
· Mejora en los márgenes operativos.
· Disminución de costos laborales.
· Reducción de tiempos de parada no programados en la línea de producción.
Finalmente se deberá tener presente que hay que lograr este intercambio de datos e información entre diferentes dispositivos en tiempo real, siendo la clave que permitirá a la organización responder a la demanda del cliente en cuanto al diseño, calidad y tiempo de entrega.
Será de suma importancia tomarse el tiempo necesario para analizar la tecnología que mejor se adapte al proceso de la empresa y no conforme con esto, encontrar la que proporcionará la mayor flexibilidad para crecer sin entorpecer la visión que se tenga de la misma.
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