Las compañías deben asegurar el funcionamiento de los dispositivos si buscan mayor productividad sin afectar a sus colaboradores.
Días, horas, minutos, no importa, el tiempo inactivo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) es costoso. Se estima que éste a nivel global genera gastos a las empresas de miles de millones de dólares, sin mencionar su efecto en la productividad, motivación de los empleados, reputación corporativa y la presión que ejerce sobre el departamento de TI.
La mezcla liosa de dispositivos conectados y usados por los colaboradores diariamente está creciendo a un ritmo exponencial. Si a esto se le agregan las tecnologías emergentes de IoT que se conectan a la organización, el caos aumenta.
Las empresas globales se encuentran en un punto crítico en sus operaciones móviles y claramente no hay tiempo que perder.
Investigaciones recientes destacan que el 65% de los trabajadores del Reino Unido
usan aparatos para escanear códigos de barras, mensajes, dispositivos portátiles y equipos robustos para trabajadores en campo1.
La evolución de la digitalización hace que el empleado promedio trabaje con muchos dispositivos y necesite asegurarse de hacerlo efectivamente. Para ilustrar el efecto del tiempo de inactividad en los miembros de la organización, el 79% de los encuestados confirmaron que sería imposible o perjudicaría seriamente su capacidad para desempeñar sus funciones sin un aparato portátil1.
Adicionalmente, el 75% de los colaboradores siempre confía en otra persona para solucionar problemas con sus aparatos móviles que les impiden trabajar correctamente1, situación que genera una carga de trabajo adicional al departamento de TI.
El efecto de la inactividad
Para el 2022, la fuerza laboral fuera de la oficina a nivel mundial se compondrá de mil 800 millones de personas1. Aunado a esto, los empleados dejan la PC o laptop como su herramienta principal de trabajo y dependen de gadgets más pequeños (tabletas, smartphones, entre otros). El 92% de los encuestados teme quedarse sin ellos o perderlos y el 65% se estresa cuando no funcionan bien1.
¿Qué tan preocupadas deben estar las compañías por lo anterior? Ante los crecientes ciberataques y hackers que se infiltran en los equipos móviles, éstas deben hacer todo lo necesario por protegerlos. Para el 2021, el 27%2 del tráfico de datos corporativos evadirá la seguridad y fluirá desde los dispositivos hacia la nube.
Con una fuerza laboral remota, existe la posibilidad de que más aparatos (debido a su tamaño pequeño y portabilidad) se pierdan o sean robados, amenaza que puede generar inactividad en las empresas.
El costo, en tiempo y dinero, de protegerlos sin una solución adecuada puede ser alto. Con los departamentos de TI a su máxima capacidad operativa, dicha responsabilidad resulta dolorosa, situación que empeora con empleados a distancia que requieren estar conectados.
Un gran impacto en el día a día
A medida que los móviles irrumpan en las organizaciones, éstos se volverán más críticos en el entorno laboral. El 76% de las personas sondeadas afirmaron que la organización para la que trabajan ha invertido en dispositivos y aplicaciones a fin de incrementar la productividad1.
No obstante, sin una protección adecuada, las empresas podrían estar presionando a los colaboradores en caso de tiempos muertos. El 31% de los encuestados manifestó preocuparse por perder su trabajo si sus equipos móviles fallaran1.
Lo anterior afecta al negocio y a su lado humano: los colaboradores. El estrés representa el 37% de todos los casos de enfermedad, lo cual refleja el número de días perdidos y que llega a los 11.7 millones de dólares1.
Sin duda, podría decirse que el impacto humano podría ser igual o más disruptivo en el negocio a largo plazo.
Referencias:
1Managing Mobility Tsunami de SOTI
2Gartner.
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