Conoce un poco sobre la historia del cine de horror que hay en México con estos filmes que harán difícil que puedas dormir con la luz apagada.
Por Redacción TNE
¿Por qué nos gustan tanto las películas de terror? El miedo es una de las emociones menos bienvenidas de nuestro día a día; sin embargo, este género es de los que más llena las salas. Estudios psicológicos determinan que la gente se siente atraída por la sensación que evocan y el suspenso que se genera.
Con cada mes de octubre, los cines se llenan con nuevas iteraciones de cintas sobre exorcismos, demonios, asesinos seriales o muñecos embrujados provenientes de Hollywood lo que nos hace olvidarnos que en el país también existen filmes que pueden hacerte volar de tu asiento de un fuerte susto.
El misterio del rostro pálido (1935)
Director: Juan Bustillo Oro
La cinta es conocida como la que intentó renovar el género del terror en México, utilizando ostentosas escenografías que demostraban la afinidad del director por el teatro. Se inspira principalmente en el horror gótico literario de finales del siglo XVIII, además del expresionismo alemán muy popular en la época y que presentaba contrastantes sombras para deformar la realidad.
La historia nos cuenta la vida de un extraño científico que busca de manera desesperada la cura de una misteriosa enfermedad y al experimentar con sus pacientes, ellos comienzan a morir lentamente. Después de exiliarse por ocho años, vuelve en compañía de un sujeto que resalta por ser extremadamente pálido y a partir de entonces, la vida del pueblo ya no sería la misma.
Hasta el viento tiene miedo (1968)
Director: Carlos Enrique Taboada
Es todo un ícono dentro de la cinematografía mexicana. A pesar de ser una producción modesta de bajo presupuesto, Taboada crea una atmósfera ominosa que en todo momento te envuelve con su música, iluminación y fotografía sumamente cuidada. Esta obra no debe ser confundida con el desafortunado remake del 2007 protagonizado por Martha Higareda.
Claudia, la protagonista, es atormentada dentro de sus sueños por una extraña figura que comienza a llamarla hacia una tenebrosa torre que existe dentro de su colegio exclusivo de mujeres. Ésto la llevará a descubrir el cuerpo de una mujer ahorcada y la motivará a resolver el secreto que esconde su escuela.
El escapulario (1968)
Director: Servando González
Una película que en su momento se atrevió a probar cosas que en la industria cinematográfica mexicana no se hacían como corrección de color en posproducción y cámaras subjetivas. La iluminación, la fotografía y la narrativa son elementos en los que González se fijó especialmente para meter al espectador como un personaje más dentro de la historia, ¿cómo es esto posible? Tendrás que verla para experimentarlo.
En tiempos de la revolución mexicana, una mujer moribunda le pide al sacerdote del pueblo que le dé los santos óleos para que pueda morir en paz. En el proceso, le cuenta que posee un milagroso escapulario que protege la vida de quien lo use, como sucedió con sus cuatro hijos. Entonces, comienza a contarle cuatro historias entrecruzadas que completan su macabro relato.
Santa Sangre (1989)
Dirección: Alejandro Jodorowsky
Fiel al estilo de su director, Santa Sangre es un excéntrico viaje profundo hacia el interior del ser humano. Jodorowsky mantiene vivo el estilo surrealista en esta aventura de horror psicológico que a la vez contrasta con un marcado humor negro.
El filme sigue los pasos de Fénix, un niño que trabaja en un circo junto a sus padres Orgo, un lanzador de cuchillos y Concha, una artista de trapecio que además es líder de un culto religioso que adora la efigie de una pequeña niña sin brazos. El resto de la historia está para que la descubras por tu cuenta, bajo la influencia de uno de los directores más extravagantes en la historia del cine.
Cronos (1993)
Director: Guillermo del Toro
La ópera prima del director mexicano más prolífico de los últimos tiempos junto a Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón. Cronos representa el inicio de un artista reconocido por preferir los efectos prácticos a los efectos especiales (con excepción quizás de Pacific Rim).
En el año de 1535, un alquimista crea un dispositivo en forma de un escarabajo dorado que otorga vida eterna a su poseedor. En tiempos modernos, el artefacto se adhiere a un anciano anticuario al cual le inyecta un líquido que le devuelve la vitalidad pero termina volviéndolo adicto al sabor de la sangre humana.
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