08/08/2016 | Por Noticias TNE
Científicos creen que piernas y brazos pueden crecer como las uñas o el cabello cuando se cortan o dañan.
Lo que hace unos años era ciencia ficción, ahora es una realidad: los robots ya realizan tareas que antes eran exclusivas de los humanos, parece existir vida en el espacio y todo indica que los científicos serán capaces de regenerar extremidades humanas tal y como el “Dr. Curtis Connors” lo hacía al luchar contra Spiderman.
La creación de una nueva pierna o brazo es un tema que ha apasionado a los científicos desde tiempos remotos ante la expectativa de por qué si el cuerpo humano es capaz de hacer que crezcan las uñas, el cabello o el tejido cuando se dañan o cortan, no pasa lo mismo con las extremidades.
Investigadores del Laboratorio de Biología MDI en Estados Unidos anunciaron estar trabajando en la identificación del código genético que controla la regeneración de piernas y brazos en animales que tienen esta capacidad. Para conseguirlo están estudiando el ADN del axolote mexicano, una salamandra que tiene la capacidad de volver a crear diversas partes del cuerpo en caso de perderlas, el pez cebra originario de la India, y el pez bichir de África.
Cuando estos animales pierden un miembro, forman lo que se conoce como blastema, que es una masa de células desdiferenciadas que se encargan del proceso de proliferación celular y de la rediferenciación de sus estructuras.
“La regeneración de extremidades en los seres humanos puede sonar a ciencia ficción, pero es posible. Hemos identificado una firma genética para la regeneración de miembros en tres especies distintas con tres diferentes tipos de apéndices, lo que nos sugiere que la naturaleza ha creado un manual de instrucciones genéticas comunes que rigen la regeneración que puede ser compartida por todas las formas de vida de los animales, incluidos los humanos” dijo Voot P. Yin, investigador responsable del trabajo.
El científico explicó que estas tres especies se alejaron del árbol evolutivo hace unos 420 millones de años, un hecho que sugiere que la regeneración no es un mecanismo específico para especies individuales, por lo que podría ser posible en las personas o incluso en otros animales.
“No esperábamos que los patrones de expresión genética fueran a ser muy diferentes en las tres especies, pero nos sorprendió ver que era consistentemente el mismo”, señaló Benjamin L. King, otro de los autores del estudio.
Aunque aún se ve lejana la fecha en que un soldado que perdió una pierna en la guerra o un trabajador cuya mano fue amputada por una máquina puedan recuperar sus extremidades sin tener que recurrir a una prótesis, la aplicación más próxima de este estudio científico podría dirigirse a tener procesos de cicatrización de heridas más efectivos, que disminuyan los tiempos de recuperación y el riesgo de infecciones.
Además, con esta base se ha iniciado una nueva investigación enfocada en poder crear nuevas prótesis que tengan la capacidad de conectarse con los nervios para hacerlas más reales y funcionales.