10/06/2016 |Por Noticias TNE
El CEO de Alphabet y fundador de Google está invirtiendo millones para desarrollar dos diferentes prototipos.
Los coches eléctricos ya son una realidad, los autónomos en un futuro muy cercano llegarán a las calles de las ciudades y todo indica que los vehículos voladores ya no sólo serán una creación de las caricaturas o películas.
De acuerdo a un reporte de Bloomberg, el CEO de Alphabet Larry Page se ha encargado personalmente -en secreto- de supervisar y financiar el trabajo de dos startups que están trabajando en dos diferentes prototipos de coches voladores ya que construir este tipo de medios de transporte es un sueño que tuvo desde niño.
Una de las empresas es Zee.Aero, fundada en 2010 y cuya sede está en Mountain View, a un lado del edificio que alberga a Google. Esta startup cuenta con una patente de un pequeño avión con motor eléctrico que puede despegar y aterrizar de forma vertical, como si se tratara de un helicóptero; incluso ya se tienen dos prototipos con los que se han realizado varias pruebas. Ilan Kru, un profesor de aeronáutica en Stanford, es quien ha estado detrás de su desarrollo guiando a un equipo de aproximadamente 150 trabajadores.
En este proyecto Page ha invertido unos 100 millones de dólares, sacados de su cuenta personal valuada en casi 40 mil millones de dólares.
La otra empresa que está financiando es Kitty Hawk, que también tiene como objetivo la fabricación de vehículos con la capacidad de volar. Esta pequeña organización es dirigida por Sebastian Thrun, quien lideró el equipo que desarrolló el coche autónomo de Google X.
De acuerdo a Bloomberg la fecha en que se verían este tipo de vehículos circulando libremente está muy lejos, esto a pesar de que actualmente ya hay drones capaces de transportar personas o un primer coche que vuela presentado por la empresa Terrafugia, cuyo diseño no logró cautivar a la industria y pasó casi desapercibido.
Además de lograr desarrollarse con éxito, los vehículos voladores se enfrentarían a más trabas regulatorias para poder circular que las que actualmente están tratando de librar los coches autónomos, debido a que éstos tendrían que alinearse a las reglas para utilizar el espacio aéreo de las ciudades.