El panorama de la economía nacional es alentador para los negocios que estén dispuestos a aprovechar las oportunidades que se les presenten.
Para el 2020, se aproximan cambios relevantes en el entorno empresarial, entre ellos que el presupuesto del Gobierno Federal para apoyar a las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) se reducirá alrededor de un 50%, pasando de cuatro mil millones a dos mil millones de pesos.
Lo anterior parece una gran reducción en este rubro tan importante para la economía nacional. Sin embargo, si se compara con los cuatro millones de PyMEs que existen en México, se puede concluir que nunca fue relevante y tampoco lo será en los próximos años.
“La expectativa de crecimiento total de la economía medida a través del PIB, igual que en 2019, va a tener un crecimiento cercano al 1% en términos reales otra vez”, comentó Norberto González, director general de CONTRALOR.mx. “Es decir, lo que vimos en 2019 muy probablemente se repetirá en términos de desarrollo económico de todos los sectores del país para el siguiente año”.
En este sentido las empresas, de manera sana, dependerán de su capacidad de adaptación el entorno empresarial, de sus propias estrategias de crecimiento en su mercado y de generación de demanda, así como de sus ventajas competitivas para lograr mayor captación de ventas, ya sea por cuenta de calidad o precios.
La demanda de productos y servicios generada por el crecimiento del país se verá disminuida muy probablemente durante los próximos dos años.
Las tasas de impuestos de 2020 no cambiarán en ninguno de sus rubros; no obstante, la recaudación fiscal del SAT se endurecerá de manera práctica debido a la aprobación de nuevas reglas legales de carácter de ejecución, esto para fines de castigar la evasión fiscal tal y como se hace con la delincuencia organizada.
“Esto va a dificultar, hasta cierto punto, las operaciones de las empresas que sean ‘juzgadas’ o detectadas declarando transacciones simuladas”, señaló el Director General. “Esto debido a que la máxima jurídica de presunción de inocencia en el tema fiscal será prácticamente eliminada en 2020”.
Por lo anterior, las organizaciones deberán tomar todas las precauciones (no hacer cosas buenas que parezcan malas) para estos efectos, así como para defenderse cuando sean acusadas de dichos delitos, cosa que va a ser muy común.
No todo es negativo
La independencia entre el Gobierno y el Banco de México que tenemos actualmente, que como banco central no tiene relación con la política, secretarías o el Presidente de la República, le da al país solidez económica y expectativas de estabilidad en muchos aspectos, principalmente con relación a la inflación, tasas de interés y tipos de cambio.
En dicho sentido se estiman indicadores económicos para el 2020 muy similares a los del 2019, inflación del 3-4%, tasas de interés interbancarias de 7-8%, tipo de cambio contra el dólar de apróximadamente 20 pesos, entre otros. Esto les da a las empresas una gran y poderosa ventaja para tomar decisiones acertadas en temas como el endeudamiento con créditos bancarios, inclusive en dólares. A los bancos les brinda la posibilidad de prestar más fácilmente a los negocios, una de las variables más importantes para provocar crecimiento en cualquier empresa.
Los avances en tecnología, como en nómina y contabilidad electrónica, hacen que esta se convierta en una herramienta indispensable para poder administrar los negocios. Las empresas que no la integren quedarán obsoletas.
En conclusión, la pelota está en la cancha de las PyMEs. Las condiciones generales de México para las empresas están dadas para no recibir nada gratis, sino para ganarlo con talento y trabajo. Esto representa una enorme ventaja que no tuvieron en 1996 y en otros sexenios de crisis y tragedias económicas.
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En palabras de…CONTRALOR.mx
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