Por Noticias TNE
Investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon logran imprimir material suave para crear tejidos flexibles.
Hasta ahora la mayoría de los objetos impresos en 3D habían sido creados con materiales duros como metal o plástico porque así lo exigían las impresoras convencionales para esta tecnología que requiere una base sólida para soportar las capas, lo que hacía que la impresión con materiales blandos, como gel, prácticamente fuera imposible.
Sin embargo investigadores de la Universidad Carnegie Mellon (CMU), en Pittsburgh, EE.UU., hackearon una impresora tradicional 3D para tener una nueva forma de crear objetos utilizando materiales blandos realizando el proceso dentro de un ‘baño de apoyo’, así el equipo pudo imprimir una capa de gel en la parte superior de otra capa hasta crear estructuras de arterias coronarias, evitando que se colapsaran por su propio peso.
“Hemos sido capaces de tomar imágenes de resonancia magnética de las arterias coronarias y las imágenes en 3D de corazones embrionarios y Bioprint 3D con una resolución sin precedentes y calidad de materiales muy blandos como colágenos, alginatos y fibrinas”, dijo Adam Feinberg, profesor asociado de la CMU en los departamentos de Ciencias de los Materiales y de Ingeniería Biomédica.
La nueva técnica nombrada como Fresh tiene la ventaja de que el gel de soporte puede derretirse fácilmente y eliminarse por calentamiento a la temperatura del cuerpo humano (37ºC), por lo que no daña a las delicadas moléculas biológicas o células vivas bioimpresas.
Jim Garrett, decano de la Facultad de Ingeniería de la CMU, indicó que “deberíamos esperar ver cómo la bioimpresión en 3D sigue creciendo como una herramienta importante para un gran número de aplicaciones médicas.”
El siguiente paso en este desarrollo es incorporar células del corazón reales en estas estructuras de tejidos impresos para que sean un “andamio” en la formación de músculo contráctil.
“La impresión 3D de diversos materiales ha sido una tendencia común en la ingeniería de tejidos en la última década, pero hasta ahora nadie había desarrollado un método para el ensamblaje de geles comunes en la ingeniería de tejidos, como el colágeno o la fibrina”, dijo TJ Hinton, estudiante de posgrado en ingeniería biomédica y autor principal del estudio.
Se espera que este avance se pueda llevar al mundo en el que los trasplantes ya no sean necesarios para reparar órganos dañados porque será mucho más simple cambiar las áreas deterioradas por tejidos impresos.