02/02/2016 | Por Noticias TNE
Estudio de Harvard afirma que los dispositivos poco seguros pueden dejar al descubierto información cifrada.
La encriptación de datos ha prometido que la información que se comparte en Internet será segura y no irá a parar a manos de terceros que puedan usarla para beneficio propio, sin embargo, un estudio del Centro Berkman para el Internet y la Sociedad de la Universidad de Harvard indica lo contrario, pese a que las compañías de tecnología estén “luchando” contra los gobiernos para no entregar a sus usuarios.
El mes pasado directivos de las principales empresas de Silicon Valley se reunieron con autoridades del Gobierno de Estados Unidos para ver la posibilidad de compartir información con el departamento de seguridad con el fin de prevenir situaciones de terrorismo; ante esta situación, los CEOs coincidieron en que no lo harían y que sus cifrados eran impenetrables.
Sin embargo el estudio de Harvard afirma lo contario ya que incluso la información encriptada, de las compañías más seguras como Apple y Google, puede ser descifrada porque sale de dispositivos poco seguros.
La industria tecnológica ha experimentado una creciente presión por parte de gobernantes que sostienen que el fortalecimiento de los sistemas de seguridad de los datos, en particular los de encriptación, reducen las capacidades para luchar contra el terrorismo y el crimen, dejando a los investigadores “a oscuras”.
La policía y fuerzas de seguridad tienen acceso a los datos que facilitan los proveedores de servicios, pero algunos sistemas han sido diseñados de una manera determinada que impide que hasta éstos puedan acceder a la información. Este tipo de sistemas de encriptación end-to-end, deja a los usuarios como únicos poseedores de las claves que permiten descifrar el contenido.
Sin una clave de acceso, los investigadores tendrán que emplear otros medios para interpretar los datos encriptados. La investigación reconoce que estos procesos plantean nuevos retos en algunos aspectos, pero de ningún modo representarán un obstáculo en el desarrollo de nuevos productos tecnológicos.
“Las agencias de inteligencia y los gobiernos deberían convencer a empresas como Samsung, Google, Mattel, Nest, y a fabricantes de otros dispositivos de conectividad para que implementen un interruptor digital que sea capaz de interceptar la comunicación de seguimiento que pudiesen ser dirigidas a alguien”, señala el estudio.
A pesar de que la encriptación de datos parece algo inviolable, los consumidores pueden adoptar aplicaciones de mensajería con datos cifrados, pero que funcionan en los teléfonos que ejecutan otros programas menos seguros, lo que daría una oportunidad “discreta” para obtener la información.