01/09/2016 |Por Noticias TNE
Con ayuda de Inteligencia Artificial, médicos del Reino Unido podrán ofrecer tratamientos más efectivos para la enfermedad.
Los avances científicos que tienen disponibles los médicos para tratar el cáncer cuentan con un nuevo aliado: DeepMind, la división de Inteligencia Artificial de Google.
Investigadores del Reino Unido desarrollaron un algoritmo capaz de diferenciar los tejidos sanos de los cancerígenos en pacientes con cáncer de cuello o cabeza. Para conseguirlo, trabajaron con 700 personas que accedieron a ser explorados por los especialistas de DeepMind, en el University College Hospital de Londres.
Con los datos obtenidos y la Inteligencia Artificial, será posible enfocar mejor los tratamientos de quimioterapia, pero sobre todo de radioterapia, lo que mejorará considerablemente la calidad de vida de los pacientes y hará más efectivos los métodos.
“Desde mi punto de vista, uno de los retos que tenemos en el tratamiento de todos los tumores, pero particularmente en los de cerebro y cuello, es su complejidad”, dijo el doctor Kieran Breen, médico del Centro de Investigación de Tumores Cerebrales. “Con la ayuda de este nuevo algoritmo, realmente podemos mejorar los conocimientos que ya tenemos para hacer más efectivos los tratamientos”.
El proyecto de Inteligencia Artificial se enfocó en estos dos tipos de cáncer por la necesidad de dirigir bien las acciones a los tumores, ya que en cuello y cabeza la complejidad aumenta ante la cantidad de nervios vitales que pueden rodear a los tejidos afectados.
Con DeepMind los médicos podrán mapear específicamente las áreas en donde, por ejemplo, administrarán las sesiones de radiación, evitando las zonas que están sanas.
“El uso de las computadoras para ayudar a los planes de radioterapia permitirán ofrecer un mejor tratamiento para los pacientes, agilizar el proceso y mejorar la precisión”, dijo Justine Alford, profesor de ciencias de la información del Instituto de Investigación del Cáncer en Reino Unido. “Pero no lo sabremos hasta que los resultados de este nuevo proyecto innovador se produzcan”.
El futuro de esta nueva tecnología es poder “instruirla” para que distinga las células buenas de las malas en otras zonas del cuerpo y con otros tumores. De conseguirlo, se podrá mejorar la vida de millones de personas al año que padecen algún tipo de cáncer. Además, se ahorrarán recursos económicos porque los tratamientos serán más específicos y efectivos.