18/03/17 | Por Noticias TNE
Esta llanta del futuro tendrá “vida propia”, podrá sentir, decidir, transformar e interactuar.
En un ecosistema de movilidad cambiante definido por la transición hacia vehículos sin conductores y movilidad compartida en centros urbanos, la compañía tiene como objetivo revolucionar la interacción entre los neumáticos, los vehículos y su entorno.
La empresa presentó el Eagle 360 Urban, su más moderno concepto de neumático, en el Salón Internacional del Automóvil en Ginebra. Esta esfera impresa en 3D es activada por inteligencia artificial (IA).
“Cuando se unan autonomía, movilidad y conectividad se producirá una revolución. A medida que se produzca, la tecnología de los neumáticos será más importante todavía de lo que es hoy. Para navegar de forma segura en distintos ambientes, los vehículos autónomos del futuro tendrán que aprender a lidiar con los millones de posibles imprevistos a los que nos enfrentamos cotidianamente cuando conducimos. Para lograrlo, tendrán que tener acceso a datos y habilidad de aprender y adaptarse”, dijo Jean-Claude Kihn, presidente de Goodyear África, Europa y Medio Oriente.
El neumático se convertirá en parte del “sistema nervioso” del vehículo y del mundo conectado al Internet de las cosas. De esa manera, estará listo para adaptarse rápidamente a las circunstancias cambiantes, así como a las necesidades de movilidad como un servicio (MaaS, por sus siglas en inglés) para las flotas y sus usuarios.
El Eagle 360 Urban tiene una piel biónica con una red de sensores, permitiendo al neumático revisar su propio estatus y recopile información en tiempo real sobre su entorno, incluida la superficie de las avenidas.
Al combinar estos datos y procesarlos instantáneamente usando redes neurales entrenadas con algoritmos de aprendizaje profundo, el Eagle 360 Urban decide el procedimiento más apropiado. Una vez activado por la IA, aprende cómo optimizar sus futuras respuestas basado en sus acciones anteriores.
Hecha a base de un polímero súpero plástico, la piel biónica del neumático puede moldearse según las condiciones de la superficie y del clima; en caso de daño, ésta se repara automáticamente a través de enlaces moleculares con el fin de restaurar el neumático.
Con información de Porter Novelli.