Organizaciones civiles exigen un mayor control de las publicaciones en la red social. Compañías se suman al movimiento y retirarán anuncios de la plataforma.
¿Te has dado cuenta como están tan polarizadas las opiniones en redes sociales sobre diversos temas? Racismo, homofobia, política, entre otros. A esto se suma que líderes como Donald Trump le echan más leña al fuego. Por ello, grandes empresas decidieron boicotear Facebook por su mal manejo respecto al discurso de odio.
Compañías como Microsoft, Adidas, Unilever, Coca-Cola, entre otras, se han unido a la campaña “#StopHateForProfit”. Para apoyar el movimiento, las empresas suspenderán la publicidad con el fin de presionar a la red social a que incremente su esfuerzo para detener la difusión del discurso de odio y la desinformación.
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Bajo el argumento de que Facebook ha permitido el florecimiento de grupos de odio, organizaciones civiles como la Anti-Defamation League, la NAACP, Color of Change, entre otras, lanzaron el 17 de junio la campaña “#StopHateForProfit.
Entre las peticiones de dichos organismos, además de cambios en las políticas y actualización de algoritmos, están el contratar a un directivo experto en derechos civiles, una auditoria sobre discurso de odio y desinformación, y capacitar a los moderadores de contenido para evitar ser tendenciosos, entre otras sugerencias.
A pesar de que Facebook ha sufrido diversos boicots en el pasado, este último tiene mayor potencial de durar. Basta con ver lo ocurrido con las manifestaciones en Estados Unidos y alrededor del mundo en señal de protesta contra el abuso policial tras la muerte de George Floyd para imaginar el alcance de la protesta.
“Lo que resulta diferente en esta ocasión es que tenemos a marcas más reconocidas que se suman al movimiento […] y otras que están tomando acciones por su cuenta más allá de las peticiones de este movimiento”, comentó Nicole Perrin, analista en eMarketer.
Unilever declaró que retirará sus anuncios tanto de Twitter como Facebook e Instagram hasta finales de año. La compañía declaró que hay mucha polarización en dichas plataformas, por lo cual decidió quitar su publicidad. Cabe destacar que la empresa no necesariamente lo hace en conjunto con los organismos civiles.
De igual manera Coca-Cola no invertirá en anuncios durante un mes y Clorox no tendrá presencia en la red social hasta diciembre. Por su parte, Starbucks sólo se ha mostrado en contra del discurso de odio. “Líderes de negocios y legisladores necesitan trabajar juntos para producir un cambio real”, de acuerdo con un comunicado de la compañía.
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Sin duda, el impacto económico de la campaña sería considerable para la red social que dirige Mark Zuckerberg. Cabe destacar que la mayoría de sus ingresos los obtiene a partir de la publicidad, y representan más de 70 mil millones de dólares al año.
Facebook cuenta con ocho millones de anunciantes, y todas las empresas involucradas en el boicot retirarán sus anuncios. Por lo tanto, la pregunta que queda en el aire es: ¿tendrá este movimiento un impacto significativo contra el discurso de odio y la polarización en redes sociales?
