Sin el debido cuidado de la seguridad, el uso de aplicaciones y la facilidad de acceso a las redes sociales pueden poner en riesgo los datos de los usuarios.
En tiempos de conectividad constante, ya sea a través de computadoras, smartphones, tabletas u otros gadgets, las apps y las redes sociales están solamente a unos clicks.
A primera vista, esta facilidad para acceder a ellos parece tan buena como la infinidad de posibilidades que generan, pero esto puede resultar perjudicial si se deja de lado la ciberseguridad. Para ilustrar lo anterior, entre 2019 y 2021, el robo de credenciales, información personal como contraseñas, nombres de usuario o inicios de sesión, aumentó en un 1.452%, según datos de Akamai Technologies, empresa global de ciberseguridad y entrega de contenido.
El fraude y la extorsión son relativamente comunes en el mundo de internet y este escenario se ve agravado por la facilidad de obtener información que ofrecen las redes sociales.
De acuerdo con Helder Ferrão, Gerente de Marketing de Industria de Akamai para América Latina, siempre existirá el riesgo de que los datos de los usuarios queden expuestos, ya sea por accidente o por incumplimientos legales. “A medida que la información personal está disponible en línea, se incrementa la posibilidad de que los ciberdelincuentes usen esa información para violar la privacidad de otros”.
Pero, ¿cuáles son los riesgos al usar las redes sociales?
Akamai destaca las principales amenazas y señala formas en que los usuarios pueden protegerse:
- Ataques de phishing
En este tipo de ciberataques, los usuarios reciben un mensaje con un enlace que simula un sitio web legítimo donde la persona debe iniciar sesión con un nombre de usuario y contraseña u otros datos personales. Por lo general, para atraer a las víctimas, los ciberdelincuentes utilizan un factor de atracción como una promoción, un obsequio o incluso una amenaza como “estás endeudado, así que para no bloquear tu cuenta, accede a este enlace”, y es en este punto cuando la víctima acaba compartiendo su información personal.
Para prevenir este tipo de ataques, no hagas click en enlaces sospechosos, incluso si han sido enviados por personas cercanas a ti. Si lo haces, no proporciones ni completes ningún campo con tus datos personales. Cierra todas las páginas o ventanas que se hayan abierto e inmediatamente inicia un análisis completo del sistema con ayuda del antivirus que tengas instalado.
- Perfiles falsos
Las solicitudes de amistad de perfiles falsos y personas desconocidas son extremadamente comunes, después de todo, crear un usuario en cualquier red social es muy simple.
Evita aceptar y añadir perfiles desconocidos en tus redes sociales, aunque sea una persona con amigos en común. Presta atención a la veracidad del perfil, realiza búsquedas en internet sobre esa persona o empresa, pregunta a otras personas si conocen ese perfil y, cuando se trate de una empresa, intenta mantenerte en contacto solo con sus canales oficiales. Nunca comparta datos confidenciales, como números de teléfono, fotos y números de documentos, direcciones, datos bancarios, apellidos y otro tipo de información.
Además, presta atención a la información que publicas y pones a disposición en tu perfil en las redes sociales. Incluso si tu contenido es solo para amigos; siempre se necesita precaución cuando se trata de tus datos personales.
- Lugares con redes públicas de Wi-Fi
Presta especial atención a los lugares con redes públicas de Wi-Fi, ya que los delincuentes pueden enfocarse en estos sitios para robar información de los usuarios de la red. Usa este tipo de conexión solo en casos extremos y nunca realices transacciones financieras u otras en las que sea necesario ingresar datos personales y contraseñas.
- Uso indebido de datos personales
Un ciberdelincuente roba datos personales, como identificaciones oficiales y/o fiscales, datos de tarjetas de crédito, fechas de cumpleaños, etc., con el fin de utilizar dicha información para realizar compras, obtener créditos o realizar otras acciones no autorizadas en nombre de terceros. Por ello, es recomendable que cambies tus contraseñas por lo menos cada tres meses, también que no las guardes en la opción de autocompletar en los navegadores, y que utilices siempre mayúsculas, minúsculas, números y cualquier carácter especial, así como usar un software de protección de contraseñas, si es posible.
Además, verifica también las aplicaciones que están instaladas y descargadas en el dispositivo; revisa quién es el editor y los límites de los permisos, especialmente los más sensibles como el acceso al micrófono, la cámara y la ubicación del GPS.
“Las amenazas cibernéticas avanzan y se desarrollan casi a la misma velocidad que surgen las innovaciones tecnológicas. Los desarrolladores y las organizaciones juegan un papel fundamental en la protección de los usuarios y en la mejora de las herramientas de ciberseguridad que los afectan, pero es crucial que los usuarios se preserven y entiendan cómo protegerse en las redes sociales, las aplicaciones y en Internet en general”, concluye Ferrão.