Las empresas que implementan la tecnología para adaptarse y escalar logran un margen de crecimiento superior al 9% que aquellas que se quedan rezagadas.
Aunque la tecnología está prácticamente en todas las áreas que conforman a las organizaciones, no se está obteniendo todo el valor de las inversiones que se hacen para transformarlas digitalmente. Este escenario se hacía evidente incluso desde antes de la pandemia de Covid-19 y que aún continúan experimentando cientos de compañías alrededor del mundo.
Las empresas se agrupan en dos grandes categorías: las “Líderes” que construyen “Sistemas del Futuro”, living systems, sistemas sin fronteras, adaptables y radicalmente humanas; y las “Rezagadas”, aquellas que invierten, pero no escalan ni obtienen el valor total de la transformación digital1. Estas dos clases de organizaciones mantienen una diferencia importante en los ingresos que generan.
Las líderes piensan en términos de ecosistemas y no de tecnologías individuales. Sus métodos también son distintos: adoptan antes, reinvierten con más frecuencia y adquieren herramientas de una manera más deliberada. Por ejemplo, instalan plataformas de transmisión de datos, o centros de eventos, que pueden procesar millones de acciones en tiempo real para habilitar la inteligencia artificial (IA).
De igual manera, han destinado un mayor porcentaje de su presupuesto de TI a la innovación durante los últimos cinco años y esperan acelerar este tipo de inversiones más rápido, mientras que las más rezagadas están aún descifrando cómo convivir con sus sistemas legados, perdiendo evidentemente la capacidad de innovar.
Si bien la adopción tecnológica es generalizada entre todas las empresas, las que son consideradas como líderes muestran una tasa consistentemente más alta que otras. Tienden a adoptar antes nuevas tecnologías, desarrollar niveles más altos de experiencia, así como priorizar y secuenciar implementaciones de manera óptima.
Al hacerlo, crean sistemas adaptables y escalables, en lugar de soluciones puntuales.
Las líderes adoptan la IA a una tasa del 98% y antes de implementarla, establecen tecnologías complementarias como data lakes (un sistema o repositorio de datos almacenados en su formato sin procesar) y servicios en la nube.
Las rezagadas, por otro lado, desarrollan un enfoque de seguidor, asumiendo la adopción tecnológica de manera un tanto desordenada. Un dato representativo es que el 42% de ellas no han implementado la IA, por ejemplo. Muchas veces solo siguen modas pasajeras, usando tecnologías como soluciones puntuales e individuales sin una visión de cómo se complementarán entre sí y sin un plan para cultivar sistemas empresariales. En consecuencia, cuando aparece una innovación que puede cambiar el juego, no es posible escalarla de manera efectiva.
Después de entender estas diferencias ¿cuáles son las principales conclusiones? Las organizaciones retrasadas en su transformación digital, en la adopción de nuevas tecnologías, en la adecuación de sus arquitecturas, sin foco en seguridad y falta de alineación con los objetivos del negocio, están quedándose atrás de sus competidores en términos de ingresos y aumento de sus capacidades. Las que son líderes presentan un margen de crecimiento de más del 9%, mientras que las rezagadas se están quedando con 4% o incluso menos de los ingresos operativos.
¿Qué hacer para una transformación digital exitosa? Convierte a tu organización en “Living Systems”
Lo ideal para lograr una transformación digital de valor y disminuir la brecha entre organizaciones líderes y rezagadas, es esencial asumir un enfoque de “Sistemas Vivientes” que impulsen el valor comercial continuo a través de una serie de cambios enfocados en cuatro componentes particulares.
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Transformación de costos
Las empresas deben buscar disminuir el gasto recurrente a través de soluciones apalancadas en inteligencia artificial, machine learning, modelos predictivos y preventivos que acompañen al cliente en todo el camino de reducción de gastos, llegando a un efecto entre el gasto de capital (OPEX) y operativo (CAPEX), en donde se reduce el costo total de propiedad, se disminuye el gasto y se liberan capacidades de la organización para enfocarlas en crear propuestas de valor.
Las organizaciones deben rediseñar el modelo de financiamiento para potenciar la experimentación y la innovación continua, sobre todo cuando no es posible asegurar la importancia y valor completo de las iniciativas desde el principio.
Adicionalmente, necesitan capturar valor a medida que la empresa se adapta a las condiciones competitivas cambiantes. Con el fin de maximizar el retorno sobre la inversión, algo especialmente beneficioso en un entorno con limitaciones de capital, requieren crear mecanismos para autofinanciar proyectos y redirigir inversiones hacia actividades de mayor valor.
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Alineación organizacional con el negocio
Para una transformación digital exitosa, es necesario cambiar la manera en la que operan las áreas de tecnología al interior de las empresas, buscando una reestructura y llegando a un dominio total del negocio con habilidades multidisciplinarias.
Con una verdadera alineación entre el negocio y las tecnologías de información, las compañías cambian el modelo, con lo cual la prestación de servicios de TI derriba las barreras funcionales, mejorando la colaboración y la creatividad, ya sea entregando el producto al cliente final o cumpliendo un objetivo de producción.
A través de técnicas y tecnología con automatización avanzada, los servicios de soporte de aplicaciones e infraestructura en silos que alguna vez eran equipos separados pueden integrarse en una unidad compartida.
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Modernización
Los “Sistemas Vivientes”, como su nombre sugiere, son lo que están en constante cambio. En muchas ocasiones, las organizaciones tienen retrasos causados por sistemas legados que operan con aplicaciones desactualizadas. El enfoque de los primeros busca reducir estos problemas, enfatizando en la trazabilidad de aquello que genera retrasos para eliminar dependencias obsoletas de manera gradual y evolucionar a un modelo de trabajo con sistemas vivientes que aporten escalabilidad y flexibilidad.
El equipo de TI no solo mejora proactivamente la calidad del servicio, sino que también reduce los costos de TI “para mantener los sistemas en funcionamiento”. Esto contribuye a lograr inversiones en tecnología con mayor valor agregado, con un mejor ROI y más relevante para el negocio. Mediante el uso de tecnología como la híper automatización y el machine learning, las aplicaciones conectadas proporcionan las bases tecnológicas que permiten lograr nuevos tipos de negocios, socios e interacciones con el cliente.
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Transformación de talento y actualización continua de la fuerza laboral
Cuando hablamos de dominios de conocimiento, no nos referimos a gente especializada en una sola herramienta tecnológica, sino a personas que saben que tienen detrás un sistema o servicio que mantiene una línea directa de negocio. El objetivo es cambiar la manera en la que la gente opera en el día a día, volviéndose más un habilitador del negocio. Esto implica no solo conocer las aplicaciones y los sistemas, sino entender, a nivel transversal, la solución de con quién se está interactuando y generando dependencia, volviendo a la gente multidisciplinaria.
El suministro de talento también debe cambiar para identificar mejor y asignar colaboradores rápidamente que puedan movilizarse en función de nuevas prioridades. Esto significa crear una fuerza laboral adaptable y elástica para un conjunto compartido de talento interno y externo, así como deshacerse de una cultura caracterizada por una mentalidad fija, procesos rígidos y silos organizacionales, reemplazándola por una que recompense la mentalidad de crecimiento, la agilidad empresarial y la centralidad en el cliente.
Este tipo de reinvención se considera disruptiva y compleja; los obstáculos culturales y económicos pueden ser muy grandes en algunas compañías; sin embargo, debido a la pandemia algunas empresas se han visto forzadas a comprimir años de transformación en meses. Aquellas que adoptaron un cambio a gran escala antes de la crisis sanitaria han mostrado mayor resiliencia, con la capacidad de adaptarse y superar la incertidumbre.
Al adoptar un enfoque de “Sistemas Vivientes”, cualquier empresa puede lograr beneficios similares, sin una gran inversión adicional. De hecho, nunca ha habido un momento más crucial que ahora para descubrir el éxito sostenible.
Referencias: 1Accenture, 2019
En palabras de…ACCENTURE