22/04/2016 | Por Noticias TNE
Su nuevo objetivo es diseñar equipos para que cualquiera los fabrique y lleve a comunidades en donde no hay internet.
Mark Zuckerberg tiene un nuevo negocio en mente y un objetivo muy claro: ser el nuevo mayor diseñador de equipos de telecomunicaciones.
Esto sin duda pondrá a temblar a Ericsson, quien hasta ahorita ocupa ese sitio, a pesar de llevar una década compitiendo con su rival Huawei, una compañía china que ofrece los equipos a bajo costo.
Facebook acaba de anunciar que oficialmente se ha asociado con Intel y Nokia, así como con los operadores Deutsche Telekom y SK Telecom, con quienes colaborará para diseñar en código abierto la próxima generación de dispositivos de telecomunicación que podrán vincularse con smartphones, torres móviles, así como enviar y recibir mensajes de texto o transmitir videos de YouTube.
Actualmente las redes móviles son costosas y poco accesibles para todas las comunidades, por lo que el objetivo de la red social es simplificar este proceso. Su trabajo no será fabricar los equipos, sino diseñarlos y dejarlos libres para que cualquiera pueda implementarlos, de esta forma se quitarán trabas.
Zuckerberg espera conectar a millones de personas que actualmente no cuentan con acceso a internet, sobre todo en lugares en donde es muy complicado instalarlo por su ubicación, clima o por no contar con acceso a la energía eléctrica.
Este plan disruptivo de conectar al mundo no es el primero de Facebook. Anteriormente usó un enfoque similar para reformar los centros de datos del mundo y las redes de las empresas. En 2011, financió el Open Compute Project, animando a los participantes a compartir diseños de servidores y otros equipos para centros de datos, esto y la implementación de la nube fue una revolución para la industria.
Si el plan del CEO funciona, compañías como Ericsson posiblemente estarán en riesgo especialmente cuando se pronostica que su margen de ganancias siga bajando de 20 a 10% por la llegada de su competidor chino. De acuerdo a Bloomberg, Nokia se anticipó a una crisis y prefirió “unirse al enemigo” para asegurar su permanencia.