Transmite con claridad el propósito de la empresa y genera un ambiente que inspire a los colaborares a cumplir con el plan trazado.
No hay duda de que el ritmo acelerado en el que se vive hoy en día ha modificado completamente el panorama tanto laboral como personal. Es común que las jornadas de trabajo se extiendan, incluso a los fines de semana. Esto es inevitable, sin embargo las organizaciones deben tomar en cuenta que pueden generar condiciones y crear un ambiente que permita sobrellevar los días pesados y pasarla bien en la oficina.
Un buen líder, sin importar si se trata de un gran corporativo, una PyME o startup, debe tener en cuenta que el entorno organizacional debe ser una prioridad en su agenda y él es el principal promotor para llevar a cabo el proceso de transformación. Considera que si tú no tomas cartas en el asunto, de manera independiente se creará una cultura, por lo cual es indispensable identificar qué defiendes y cuáles son los valores que conformarán los cimientos de la empresa.
Debido a lo anterior, como CEO debes considerar la famosa frase de Charles Reade, novelista y dramaturgo británico: “Siembra un acto y cosecharás un hábito; siembra un hábito y cosecharás un carácter; siembra un carácter y cosecharás un destino”.
La cultura de una organización, bien fundamentada en su ADN, permite lograr un éxito sostenido. Esta contribuye a alimentar las creencias de los colaboradores que la integran, lo que a su vez se traduce en comportamientos que se convierten en patrones de trabajo que al mismo tiempo conducen hacia el éxito de la empresa.
Toma en cuenta que tu negocio es como un gran árbol que produce los frutos más deliciosos y exquisitos que pueden existir y no hay otros alrededor capaces de igualar su sabor. Si te enfocas sólo en los frutos correrás el riesgo de que el árbol muera, por tal motivo es necesario asegurarse de cuidarlo desde la raíz. ¿Qué puedes hacer?
Empodera e incentiva a los miembros
Procura conseguir que los colaboradores se emocionen y sientan orgullosos, motívalos a no temer al fracaso, bríndales confianza y muéstrales que es necesario aprender las lecciones para aplicarlas con el fin de que puedan alcanzar el éxito a nivel personal, el cual también se verá reflejado en el de la organización.
Organiza sesiones de brainstorming donde cada uno de ellos pueda aportar ideas, ya sea para mejorar procesos o aspectos de la cultura organizacional. Al sentirse tomados en cuenta, el compromiso aumentará.
Promueve una cultura inclusiva y de respeto
Hoy en día, los niveles de rotación en las empresas son altos, a esto se le suma la tendencia de que generaciones como los millennials no necesariamente buscan permanecer en un trabajo por varios años. No obstante, si se crea una cultura que tome en cuenta la forma en que ellos o los centennials piensan, y se genera un ambiente afín, las probabilidades de que quieran permanecer serán mayores.
No olvides sumar el respeto, donde todos los miembros de la organización se traten unos a otros aplicando la ya conocida regla de oro “trata a los demás como quieres que te traten a ti”, a pesar de las diferencias que pueda haber en términos de género, ideología, entre otros. Esto implica crear un entorno seguro, donde no exista gente tóxica y se reduzca la influencia de los “vampiros emocionales”.
Comunica con claridad el propósito de la empresa
Define el “porqué”, la razón principal del negocio, es decir el motivo por el que existe en el mercado y hacia dónde se dirige. No contar con este puede servir cuando apenas inicia el negocio, pero como seguramente el plan es crecer la organización, es necesario que los colaboradores sepan cuál es el destino hacia el que se dirige.
Invierte en las personas adecuadas
Impulsar una cultura organizacional requiere contar con un experto “en la gente”, entrenado para crear un plan que contribuya a dicho objetivo y sea capaz de identificar qué funciona y hacer ajustes si es necesario. Pero ¡ojo! La responsabilidad de lograrlo es de todos los miembros.
Si bien las grandes empresas cuentan con el presupuesto y tiempo para organizar eventos divertidos que coadyuven a incrementar el engagement, las PyMEs deben procurar hacerlo también, quizá con menos frecuencia, pero no por ello carentes de significado.
Date el tiempo para planear y definir una visión que no sólo esté enfocada a buscar prospectos e incrementar las ganancias del negocio. Invierte también en el capital humano, después de todo si cuidas a tus colaboradores, ellos harán lo propio con los clientes.
Artículo complementado con información de Jon Gordon, autor y conferencista estadounidense, “14 thoughts about building a great culture”.
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