Con velocidades “ultrarrápidas” y una latencia más baja que nunca, según el gobierno chino esta tecnología les permitirá impulsar importantes avances en sectores clave como educación, salud e infraestructura urbana, entre otros.
China está llevando la conectividad a un nivel sin precedentes tras desplegar oficialmente la primera red de banda ancha 10G del mundo, un avance que promete revolucionar la forma en la que interactuamos con el internet al ofrecer velocidades “ultrarrápidas” de ejecución y descarga.
La nueva red es el resultado de una ambiciosa colaboración entre Huawei y China Unicom, una de las principales compañías de telecomunicaciones del país. El proyecto forma parte de una estrategia nacional para modernizar la infraestructura digital y preparar a la nación para un ecosistema tecnológico de vanguardia que permita impulsar innovadores avances tecnológicos en el país.
El potencial impacto de la nueva red 10G desplegada en China
La red se apoya en la tecnología de Red Óptica Pasiva de 50G (50G-PON), la cual mejora significativamente la capacidad de transmisión de datos a través de las fibras ópticas existentes. Según el gobierno de China, en las pruebas iniciales la red alcanzó velocidades de descarga de hasta 9,834 Megabits por segundo (Mbps) y velocidades de carga de más de 1,000 Mbps, con una latencia de apenas 3 milisegundos.
Lo anterior significa, que la nueva red ofrece una velocidad de descarga hasta 10 veces más rápida que las que ofrecen las redes convencionales de banda ancha de 1G, estableciendo un nuevo estándar en conectividad.

Por ejemplo, un archivo que pesa 20 GB como una película completa en 4K, puede descargarse en menos de 20 segundos utilizando esta nueva red 10G, un procedimiento que en promedio tarda hasta 1 hora con 20 minutos si se realiza mediante una red tradicional de 100 Mbps.
Más allá de las mejoras para cuestiones de entretenimiento, el gobierno chino confía en que esta nueva red representa la base para construir un nuevo ecosistema digital, al permitir el despliegue de experiencias de realidad virtual y aumentada nunca antes vistas, así como transmisiones en resolución 8K sin interrupciones y sistemas domésticos y empresariales inteligentes completamente integrados, lo que a su vez impulsará importantes avances en sectores como la educación, medicina, automatización industrial y agricultura, entre otros.
Los planes de despliegue para la nueva banda ancha
El primer punto de implementación total de esta nueva red 10G es Xiong’an, una ciudad inteligente, ubicada en la provincia de Hebei, la cual fue construida desde cero en 2017 por la administración del presidente Xi Jinping, para fungir como un modelo urbano que marque la pauta en temas de sostenibilidad, innovación urbana e infraestructura digital avanzada.
Por otro lado, Huawei y China Unicom ya han comenzado pilotos en otras partes del país, incluyendo algunas zonas estratégicas en Beijing, Jiaozuo y Mengzhou. Además, el gobierno chino reveló que planea llevar la nueva red 10G a más de 100 regiones en el país antes de que finalice el año. Según declaraciones oficiales, la expansión nacional se realizará de forma gradual “conforme aumente la infraestructura disponible y la demanda del mercado”.
Con este movimiento, China se posiciona a la vanguardia de la infraestructura del internet del futuro. Si bien países como Corea del Sur, Catar o los Emiratos Árabes Unidos ya habían avanzado significativamente en el desarrollo de redes de alta velocidad, ninguno ha logrado desplegar una red 10G comercial a gran escala.
Esta implementación forma parte del plan estratégico del gobierno de Xi Jinping, para fortalecer la calidad de su infraestructura digital con el fin de liderar la cada vez más competida carrera de la inteligencia artificial a medida que la guerra comercial y tecnológica con Estados Unidos se agudiza.