El próximo 1 de julio todos los mexicanos con edad para votar definirán un nuevo rumbo para México. Es importante ser conscientes del rol que debemos asumir para juntos construir un mejor país.
Por Redacción TNE
¿Será que vemos la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio? ¿Cuántas veces surge entre las pláticas de sobremesa que hay una polarización muy marcada en Estados Unidos tras la elección de Donald Trump? En México parece ocurrir lo mismo y la mejor manera de demostrarlo es a través de los famosos memes, los cuales exponen a quienes están a favor de cierto candidato y a quiénes no.
Lo mejor que podemos hacer como mexicanos es emitir un voto realmente informado, no sólo basándonos en lo que se ha hecho, dejó de hacer o lo que viene para la nación. No resulta correcto cuestionar a la clase política si nosotros tampoco hacemos nuestra tarea cívica, ¿acaso esperamos que un presidente resuelva todos los problemas? Para poder exigir, tenemos que convertirnos en ciudadanos de primera clase. La importancia de votar es que, aunque no lo hagas, tomarás una decisión que tendrá sus respectivas consecuencias y no sería correcto que después te quejaras porque algo no te parece bien.
¿Contemplas no acudir a las urnas porque estás cansado “de lo mismo”? Toma en cuenta que hay países donde las personas no tienen poder para elegir a sus representantes, como los Emiratos Árabes Unidos o en Arabia Saudita, motivo por el cual no tienen ninguna injerencia en las decisiones del gobierno. Por ello debemos sacar ventaja de ser partícipes de nuestro entorno, empezando por las colonias donde vivimos para estar más al pendiente de las decisiones o los planes contemplados por los alcaldes.
De nada sirve el activismo en redes sociales; es decir, compartir a diestra y siniestra opiniones como si fuésemos expertos politólogos si realmente no nos comprometemos con nuestro país. Realizar comentarios, sobre todo negativos, en los perfiles no hará que gane o pierda determinado candidato. No es sano para México que los ciudadanos estén divididos, es lo que menos se necesita en estos momentos.
La democracia funciona cuando todos los integrantes de una sociedad asumen su compromiso a la hora de construir un mejor país. No sólo se trata de acudir a la urna y “tachar” al candidato, sino de votar realmente habiéndote informado y evaluando cuál es la mejor propuesta, la que realmente crees que es la mejor y velar porque se cumpla.
Para que México aspire a ser un mejor país, el cambio debe surgir desde cada uno de nosotros. ¿Cómo se puede ser un mejor ciudadano?:
1. Aprende constantemente: la educación es esencial porque permite tomar mejores decisiones tanto a nivel personal como profesional. Además de la escuela o la universidad, la tecnología contribuye a mejorar el conocimiento. Busca en internet cursos online, algunos incluso son gratuitos y no es necesario conectarte a determinadas horas, sino que puedes darle seguimiento de acuerdo a tu conveniencia. Así no tendrás la excusa para decir “no tengo tiempo”; debes tener como prioridad tu desarrollo personal.
¿No tienes acceso a internet? Todavía hay bibliotecas con miles de ejemplares a la espera de ser consultados. Recuerda que hay que conocer el pasado si no queremos repetirlo. Investiga, documéntate sobre temas políticos, sociales y económicos para ampliar tu perspectiva sobre asuntos de relevancia, no dejes las cosas a la desidia.
2. Mantente informado: consulta diariamente los principales periódicos del país, lee revistas especializadas y libros en general. Además de ejercitar el pensamiento crítico, elevarás la calidad de las conversaciones, pues mediante argumentos puedes intentar persuadir (en un ambiente de respeto) a otros sobre tus ideas de lo que te parece bien o mal en tu entorno. Pero si sólo te basas en agredir y/o criticar, la verdad es que no estás ayudando. Tampoco olvides estar al pendiente de los programas televisivos enfocados a analizar los acontecimientos nacionales, esto te ayudará a mejorar tu perspectiva y a tomar mejores decisiones.
3. Respeta las leyes y cuida el ambiente: cuando vas a Estados Unidos, circulas con cuidado, no excedes la velocidad porque sabes que la multa será alta y en dólares; allá si te comportas. Pero aquí no ocurre de la misma manera, hay personas que se pasan los semáforos en rojo, quienes tiran la basura en la calle o que conducen de manera incorrecta, elevando las posibilidades de un accidente. A esto se le suma que podemos sentirnos tentados a dar un “moche” si un policía nos detiene y olvidamos que se requieren mínimo dos personas para que haya corrupción. Aprendamos a obedecer la ley y también a exigir que se cumpla. Esto nos obliga a estar al pendiente de quiénes son nuestros diputados a nivel local y federal, pues ellos deben velar por los intereses ciudadanos.
4. Participa activamente en la comunidad: asiste a las asambleas ciudadanas o a las juntas de vecinos. Procura estar al pendiente de lo que ocurre en tu colonia y municipio; si hay algo con lo que no todos estén de acuerdo, podrán alzar la voz ante las autoridades cuando consideren que estas abusan de su poder. Juntos se pueden lograr más cosas, además de inspirar a otros municipios, estados y, en el mejor de los casos, a todo el país para impulsar cambios.
5. Trabaja duro y sé un ejemplo: no sólo se trata de dar tu máximo en la oficina, sino también en actividades culturales y de voluntariado. Esto significa que debes aspirar a convertirte en un miembro de la sociedad responsable que, en la medida de sus posibilidades, pueda ayudar a otros, ya sea dándoles empleo, destinando tiempo para dar clases gratuitas o ayudar; por ejemplo, en un albergue, ya sea con tareas o donando ropa o alimentos.
El próximo 1 de julio sal a votar, hazlo por la propuesta que más te convenza y creas que es la mejor para México, aquella que llevará al país por una ruta de desarrollo social y económico, permitiéndole competir y destacar en un mundo globalizado. Pero no olvides que el cambio surge de cada uno de nosotros cuando asumimos la responsabilidad de ser mejores ciudadanos.
Te puede interesar también: