Por Redacción TNE
Para aquellas personas que les produce pavor graduarse, mudarse de ciudad, dejar un empleo, cumplir 40 años e incluso casarse, existen ciertas tácticas que pueden ayudarte a aceptar el cambio y a adoptarlo exitosamente.
El cambio en la vida es inevitable, a lo largo que pasamos nuestro tiempo en el planeta atravesamos ciertos ciclos que continuamente van evolucionando. Algunas veces podrás pensar que estás en tu mejor momento y en otros simplemente que estás enfrentando uno de los peores, pero lo que nos afecta no es lo que está pasando, es cómo reaccionamos a las diferentes circunstancias irrevocables en la vida.
Ya sea en el ámbito profesional, personal o social, debes entender que nunca nada se mantiene intacto para siempre y eso es precisamente lo que hace nuestra trayectoria un poco más interesante, sin embargo hay ciertas personas que se vuelven renuentes a aceptarlo, por lo que les genera miedo, incertidumbre y ansiedad enfrentar algo desconocido. La mayoría del tiempo todo cambio es para bien, significa en cierta manera que vamos progresando, porque ya sea si te mueves para adelante o para atrás lo importante es no estancarse.
No dejes de hacer las cosas por miedo y entiende que no siempre puedes controlar todo lo que te rodea, deja de boicotearte a ti mismo:
1. No luches contra el cambio: Las cosas continuamente se van a salir de control y habrá situaciones en las que querrás regresar el tiempo y manipularlo para que algo en específico no ocurra. Resistirte y lamentarte jamás te dejará avanzar, mejor abraza lo que venga y mantén una actitud positiva.
2. Vuélvete proactivo: Probablemente no puedas cambiar factores externos pero definitivamente puedes hacer algo por tu cuenta para intentar que el cambio sea a tu favor, busca las oportunidades correctas y no seas una víctima de tu propio destino.
3. Admite que te sientes inseguro: No está mal admitir que tienes miedo porque en la mayoría de los casos es difícil evitarlo, definitivamente debes aprender a expresar tus emociones y a aceptar que estás teniendo sentimientos encontrados y que hay muchas cosas que están pasando por tu mente, esto te dará una postura más realista hacia las nuevas circunstancias.
4. Confía en ti mismo: Seguramente has enfrentado satisfactoriamente obstáculos antes, ¿por qué esta ocasión sería diferente? Desde que somos pequeños y que pasamos por nuestro primer día en la escuela, ya estamos enfrentando a la incertidumbre, esto nos demuestra que en sí somos fuertes y capaces, simplemente hay que analizar lo que ya nos ha pasado, aprender de nuestros errores y repetir la estrategia.
5. Vive aquí y ahora: La forma de solucionar cómo te sientes ahora, no está en el pasado ni el futuro, está en el presente. Usualmente la culpa y la vergüenza te amarran al pasado y el miedo y la ansiedad te predisponen al futuro, en cualquiera de los dos casos, representan energía desperdiciada.
6. Disminuye el estrés con actividades que disfrutas: Mantén tu mente despejada haciendo lo que te gusta, medita, respira hondo, haz yoga, escucha música, lee historias que te motiven o inspiren a afrontar circunstancias cambiantes.
7. Replantea tu perspectiva: Solemos perderle sentido a la vida si olvidamos recordar lo verdaderamente importante, si nos enfocamos en lo negativo y nos autodenominamos victimas, la fase transicional se volverá mucho peor de lo que es. Debes buscar el lado positivo y aprendizaje a todo, así en el futuro ya sabrás cómo superarlo de nuevo.
8. Toma el tiempo para pensar: La auto reflexión es importante en todos los periodos de nuestra vida, sin embargo son cruciales cuando atravesamos por un cambio difícil. Éste es el momento de preguntarnos qué hemos hecho para lograr nuestras metas, qué podemos hacer para mejorar y cómo enfrentaremos esta circunstancia complicada.
Ya sea que estés pasando la crisis de los 30, 40 o 50 años, debes comprender que sigues siendo tú mismo y que sólo tú podrás enfrentar los factores externos que se presentan, lo más importante es comprender que la vida son ciclos que cambian constantemente y que no van a dejar de ocurrir sólo porque no estás preparado. Pensar positivamente es la clave para no agobiarte, porque en el momento en el que entra en tu cerebro la inseguridad, probablemente estás permitiendo que todo se venga abajo.