La desextinción, un concepto que por mucho tiempo parecía una idea sacada de películas de ciencia ficción, hoy está más cerca que nunca gracias a los avances de la inteligencia artificial.
Durante décadas, la idea de traer de vuelta a criaturas que desaparecieron de la faz de la Tierra parecía un concepto sacado de una película de ciencia ficción como Jurassic Park. Sin embargo, los recientes avances en el ámbito de la ciencia y la tecnología han comenzado a convertir este ambicioso sueño en una posibilidad real.
En gran medida el progreso en el sector se debe al auge de la inteligencia artificial que está jugando un papel fundamental en la “desextinción” de especies, al acelerar y perfeccionar los procesos de análisis genético, modelado biológico y simulación ecológica necesarios para revivir animales extintos.
Debido a lo anterior, hoy la desextinción está dejando de ser una simple idea, pasando a convertirse en un campo de investigación serio, con inversiones millonarias y cientos de científicos comprometidos para lograrlo. Por lo que vale la pena echar un vistazo a cómo está ayudando la IA a que este proyecto evolutivo tome forma.
¿Qué es la desextinción y por qué es relevante?
La desextinción, también conocida como “resurrección biológica”, es el proceso mediante el cual los científicos intentan revivir especies extintas o crear organismos muy similares basados en su genética, para reinsertarlos nuevamente en sus hábitats originales.
Cabe destacar que el objetivo va más allá de descubrir sí es realmente posible traer de vuelta a un animal extinto, sino que a través de la desextinción los científicos buscan restaurar funciones de la naturaleza que se perdieron a raíz de que ciertas especies desaparecieron, así como corregir daños provocados por la actividad humana y preservar la diversidad en el planeta.
Cómo la inteligencia artificial está ayudando a la desextinción de animales
El proceso de resucitar una especie extinta implica reconstruir su genoma a partir de fragmentos de ADN antiguo y editar genéticamente el de una especie actual emparentada, para posteriormente desarrollar un organismo viable que pueda sobrevivir y adaptarse a los ecosistemas actuales.
Cada una de estas fases requiere el manejo de enormes volúmenes de datos, procesos de edición genética de alta precisión y predicciones complejas sobre comportamiento y compatibilidad de los organismos con el ecosistema, procedimientos complejos que poco a poco se están comenzando a simplificar debido a los avances de la inteligencia artificial.
Gracias al surgimiento de tecnologías como la edición genética, el cultivo celular avanzado y el aprendizaje automático, que son respaldados por la IA, hacen factible lo que antes parecía imposible.
Análisis genético avanzado
Uno de los principales retos de la desextinción es reconstruir el genoma de especies que desaparecieron hace cientos o miles de años, debido a que el ADN que se encuentra en fósiles suele estar deteriorado o incompleto, lo que dificulta obtener una secuencia genética funcional.
Mediante algoritmos de machine learning, hoy en día la inteligencia artificial permite comparar fragmentos de ADN antiguo con los de especies actuales emparentadas para predecir la información genética faltante y rellenar el genoma de manera más precisa.
Esta técnica permite generar organismos híbridos con rasgos de especies extintas, con un nivel de control sin precedentes y ha sido fundamental en proyectos de desextinción como el del mamut lanudo y el dodo, donde grandes porciones del código genético han sido reconstruidas digitalmente antes de ser manipuladas en un laboratorio.
Edición genética impulsada por IA
Una vez que los científicos han logrado desarrollar un genoma funcional, el siguiente paso es incrustarlo en el ADN de una especie viva. Afortunadamente, hoy en día existen modelos predictivos entrenados con millones de datos genéticos ayudan a guiar la edición, identificando combinaciones óptimas y simulando los posibles resultados.
Esta aplicación de la IA no sólo acelera el proceso, sino que reduce significativamente los riesgos de errores genéticos y permite anticiparse a posibles reacciones biológicas del organismo.
Modelado predictivo de comportamientos
Por otro lado, revivir una especie extinta no termina en el laboratorio. Es fundamental entender cómo se comportaría en el ecosistema actual y considerar si puede sobrevivir, alimentarse y reproducirse sin afectar negativamente a otras especies.
En este contexto la IA también juega un rol mediante su capacidad para simular escenarios ecológicos y predecir el comportamiento de la especie resucitada. Usando datos de fósiles, registros ecológicos y observaciones de especies similares, los algoritmos pueden prever interacciones ecológicas, migraciones, y adaptaciones necesarias. Estos modelos ayudan a tomar decisiones más informadas sobre dónde y cómo realizar la reinserción de una especie.

Automatización en laboratorios
Otro de los grandes aportes de la IA a los esfuerzos de desextinción de especies recae en su capacidad para automatizar procesos de laboratorio. Algunas compañías como Colossal Bioscience, ya están usando robots impulsados por inteligencia artificial para realizar tareas de precisión como cultivo de células madre, monitoreo de embriones y control de condiciones ambientales.
Esta automatización no solo incrementa la eficiencia del proceso, sino que también permite ajustar variables en tiempo real, generando entornos óptimos para el desarrollo de nuevas formas de vida. En combinación con sensores y redes neuronales, los sistemas pueden detectar problemas antes de que ocurran, elevando la tasa de éxito en experimentos complejos.”
Colossal Biosciences lidera distintos esfuerzos de desextinción
Aunque la desextinción todavía está en sus primeras fases, existen casos que ya están marcando un antes y un después en la resurrección de especies extintas. Uno de los actores más relevantes en el sector es Colossal Biosciences, un startup estadounidense que ha captado la atención mundial no sólo por sus ambiciosos proyectos de traer de vuelta a animales que desaparecieron de la faz de la tierra hace miles de años, sino también por su enfoque de utilizar la inteligencia artificial en cada fase del proceso, desde el análisis genómico hasta el cultivo de las células.
El Mamut lanudo
El plan de Colossal para traer de vuelta a esta especie que desapareció hace más de 4,000 años consiste en crear un híbrido genético entre el mamut y el elefante asiático, una especie cercana que comparte gran parte de su código genético para crear una nueva versión del mamut con el potencial de desempeñar un rol crucial en la restauración del ecosistema de la tundra, ayudando a frenar el deshielo y la emisión de gases de efecto invernadero.
Tilacino
En colaboración con la Universidad de Melbourne, la startup estadounidense está utilizando inteligencia artificial para reconstruir y sintetizar el genoma del tilacino o tigre de Tasmania, un marsupial que se extinguió el siglo pasado, basándose en el ADN de especies emparentadas. Gracias al uso de algoritmos avanzados, los científicos han logrado avances significativos en la ingeniería de células madre y el desarrollo de embriones, acercándose a una etapa experimental con organismos vivos.
Dodo
En el caso del ave endémica de la isla de Mauricio que se extinguió hace miles de años, los especialistas de Colossal han recurrido a la IA para analizar la evolución del genoma del dodo utilizando como referencia especies actuales de palomas. Esto les ayudó a descubrir características genéticas clave perdidas a lo largo del tiempo y reconstruir su perfil genético.
Lobo terrible
Mediante inteligencia artificial, los investigadores de Colossal analizaron secuencias de ADN extraídas de fósiles del lobo terrible, una de las especies que compartió su territorio con los primeros humanos en América del Norte, para compararlas con las de lobos modernos, con el objetivo de identificar y reconstruir las partes del genoma únicas de esta especie extinta, lo que está facilitando su futura reintroducción en ecosistemas controlados.
Los científicos detrás de los esfuerzos de desextinción defienden que esta práctica no se trata únicamente de revivir animales del pasado, sino de reimaginar un futuro donde la tecnología nos ayude a mantener el equilibrio ecológico.
A pesar de lo anterior, la desextinción ha encendido un intenso debate ético en torno a si realmente los seres humanos tenemos derecho a traer de vuelta a especies extintas, ya que algunos expertos critican que están “jugando a ser dioses”, mientras que otros temen que el regreso de especies extintas podría provocar alteraciones negativas en los ecosistemas actuales.
Pese a estas preocupaciones, es un hecho que a medida que la inteligencia artificial continúa avanzando a un ritmo desmedido, la línea entre la ciencia real y la ciencia ficción se difumina cada vez más y aunque es posible que aún falten algunos años para ver a un mamut caminando por la tundra o a un dodo corriendo por las islas Mauricio, la resurrección de especies extintas está más cerca que nunca de materializarse.
La IA ha pasado de ser una herramienta de análisis a convertirse en una aliada para la restauración de la vida, ya no es solo una solución que facilita la investigación, sino que se ha convertido en un aliado que está permitiendo a los científicos revolucionar la biología y el mundo animal tal como lo conocemos.