En un entorno laboral donde la innovación y la tecnología avanzan a pasos de gigante, el reskilling se posiciona como una estrategia clave para las empresas hoy en día.
La irrupción de la inteligencia artificial está transformando significativamente la manera en que operan las empresas. A medida que las organizaciones adoptan nuevas tecnologías para optimizar sus procesos, surge una pregunta clave: ¿está preparado su personal para este cambio?
Antes de profundizar en las estrategias para abordar este desafío, es importante entender qué es el reskilling. Esta técnica hace referencia al proceso de capacitar a los empleados para que adquieran nuevas habilidades que les permitan desempeñar distintos roles dentro de la organización. Esto implica no solo actualizar sus conocimientos técnicos, sino también desarrollar competencias que estén alineadas con las demandas del mercado laboral actual.
Debido a lo anterior, el reskilling o la capacitación en nuevas habilidades, hoy en día se posiciona como un elemento fundamental para mantener la competitividad y relevancia en un mercado cada vez más tecnológico.
¿Por qué es esencial el reskilling en la era digital?
Según un estudio de McKinsey & Company, el 87% de las empresas afirma que enfrenta o espera enfrentar brechas de habilidades en el corto plazo debido a la digitalización. Los avances en tecnologías como la IA y el machine learning están permitiendo la automatización de tareas rutinarias y al mismo tiempo están aumentando la demanda por competencias avanzadas en los empleados, tales como análisis de datos, programación y pensamiento crítico.
Por ejemplo, una empresa de manufactura que implementa robots para la línea de producción podría necesitar que su personal desarrolle habilidades en el manejo y mantenimiento de estas máquinas, en lugar de realizar tareas manuales.
El impacto del reskilling en el desarrollo de habilidades duras y blandas
Cabe destacar que los avances en tecnología no solo impactan en los trabajadores técnicos. Los roles administrativos también requieren adaptarse, incorporando herramientas digitales para la gestión de proyectos o el análisis de desempeño, por lo que vale la pena conocer algunos ejemplos de reskilling enfocados en la transformación digital, centrados en el desarrollo de nuevas habilidades tanto duras como blandas.
- Habilidades duras:
- Análisis de datos y visualización: Se necesita capacitar a los empleados en torno al uso adecuado de herramientas de análisis para interpretar grandes volúmenes de información y tomar decisiones basadas en datos.
- Programación y desarrollo de software: Las empresas deben instruir conocimientos de lenguajes como Python, Java o herramientas de programación de desarrollo ágil.
- Ciberseguridad: Es esencial enseñar a los colaboradores sobre la identificación y mitigación de riesgos digitales a medida que aumentan las amenazas cibernéticas.
- Gestión de herramientas digitales: Hay que capacitar en el uso de plataformas de gestión y colaboración digital.
- Habilidades blandas:
- Adaptabilidad: Los líderes deben promover el aprendizaje continuo y la mentalidad de crecimiento para afrontar cambios rápidos.
- Pensamiento crítico: Las compañías deben propiciar un ambiente que fomente la capacidad de evaluar información de manera objetiva para resolver problemas complejos.
- Colaboración virtual: Las empresas deben entrenar a su fuerza laboral en el uso de herramientas de trabajo remoto y en dinámicas de equipos distribuidos.
- Liderazgo en entornos digitales: Es sumamente importante desarrollar habilidades de gestión de equipos en entornos virtuales o híbridos, asegurando la motivación y la comunicación efectiva.
Estrategias clave para un reskilling efectivo
Implementar un programa de reskilling no es una tarea sencilla, pero con las estrategias adecuadas, las empresas pueden facilitar la transición de sus empleados hacia nuevas funciones. A continuación algunos consejos que pueden ayudarte a lograrlo con éxito.
En primer lugar, es necesario realizar un diagnóstico de habilidades actuales y futuras, que consiste en identificar las competencias existentes dentro de la organización y compararlas con las habilidades necesarias para enfrentar los retos futuros.
Este diagnóstico puede llevarse a cabo mediante evaluaciones internas a través de herramientas como encuestas o entrevistas para determinar el nivel de conocimiento actual. También pueden realizarse mediante análisis de mercado que permitan identificar las tendencias tecnológicas y competencias más demandadas en la industria.
Una vez realizado el diagnóstico de habilidades actuales y futuras es necesario diseñar programas personalizados, ya que un enfoque genérico rara vez funciona.
Por ejemplo, un equipo de ventas puede beneficiarse de talleres enfocados en el aprovechamiento de herramientas de CRM impulsadas por IA, mientras que el área de TI podría necesitar formación en ciberseguridad o algoritmos avanzados, por lo tanto, es importante adaptar los programas de capacitación a las necesidades específicas de cada grupo o departamento.
Posteriormente, las empresas deben incorporar estrategias de aprendizaje continuo. La capacitación no debe ser un evento único, sino un proceso constante. Las plataformas de e-learning y los programas de certificación online pueden ofrecer una solución escalable y accesible, debido a que permiten a los empleados aprender a su propio ritmo y aplicar lo aprendido de inmediato en sus funciones.
Por último, pero no menos importante, los líderes deben fomentar una cultura de adaptabilidad, ya que el éxito del reskilling también depende del compromiso de los empleados. Propiciar un entorno que valore el aprendizaje y el desarrollo profesional es crucial. Esto incluye reconocer y recompensar a quienes completen programas de capacitación y promover el aprendizaje colaborativo e interdisciplinario, entre otras cosas.
Beneficios del reskilling para empresas y colaboradores
Equipar a los empleados con habilidades relevantes no solo reduce la dependencia de contrataciones externas, sino que también acelera la adaptación a nuevas tecnologías. Adicionalmente, el reskilling ayuda a la reducción de costos, ya que enseñarles nuevas habilidades a los colaboradores actuales es más rentable que contratar y capacitar nuevo talento.
Por si fuera poco, un equipo bien capacitado fomenta la innovación, porque puede identificar con mayor facilidad nuevas oportunidades para implementar mejoras tecnológicas en beneficio del negocio.
Para los colaboradores, el reskilling representa mucho más que aprender algo nuevo, es una herramienta que fortalece su seguridad laboral, ya que la adquisición de nuevas habilidades aumenta su valor dentro de la organización. Además esta estrategia también tiene un impacto directo en su satisfacción profesional. Esto se debe a que al sentirse preparados para los cambios, disminuye el estrés de los empleados y al mismo tiempo les ayuda a aumentar su moral.
Es momento de actuar
Ignorar la importancia del reskilling puede llevar a graves consecuencias, como la falta de competitividad, ya que las empresas que no se adaptan rápidamente quedan rezagadas frente a competidores más ágiles.
Además de lo anterior puede generar altas tasas de rotación en las organizaciones. Esto debido a que los empleados que no ven oportunidades de desarrollo usualmente buscan alternativas laborales.
Finalmente, la falta de habilidades necesarias en los colaboradores puede ralentizar la implementación de nuevas tecnologías y provocar pérdida de productividad en las empresas.
El reskilling no es solo una estrategia reactiva, sino una inversión en el futuro de la organización. Las empresas que prioricen el desarrollo de sus empleados estarán mejor posicionadas para liderar en un mundo impulsado por la IA.
¿Está tu organización lista para enfrentar este desafío? Comienza hoy mismo, evaluando las brechas de habilidades y diseñando un plan que empodere a tu talento humano para ser un motor del cambio.
Oscar Alejo, Especialista en transformación digital de ABBA Networks