Las organizaciones deben fortalecer la relación entre colaboradores y sistemas inteligentes para elevar los niveles de innovación y satisfacción al cliente.
Las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial (IA) han sido blanco de muchas críticas, ya que se cree que acabarán con algunas funciones y tareas que actualmente desempeña el ser humano. Estas ideas no son del todo falsas.
Si bien hay empresas que están tratando de anticiparse al futuro del trabajo al adaptar las tecnologías exponenciales con el fin de tener una mayor eficiencia, añadir valor hacia los consumidores e innovar más, también están logrando que los colaboradores eleven sus capacidades en otras tareas que desbloquean un valor adicional en los negocios.
Dicho escenario no quiere decir que estas herramientas dejen de lado a las personas; al contrario, las organizaciones están invirtiendo en una relación humano-tecnologías inteligentes que permita una toma de decisión más precisa y clara a la hora de encontrarse en esta situación.
La clave para una buena adopción de la IA es dejar que la gente siga interactuando con esta y que, por medio del entrenamiento, pueda identificar su correcto uso para sacarle el máximo provecho.
¿Realmente las empresas están listas para el futuro del trabajo que incluye tener una colaboración humano-máquina a gran escala?
De acuerdo con una investigación, el 97% de los CEOs y ejecutivos que trabajan con inteligencia artificial coinciden en que tienen la intención de invertir más en esta tecnología para mejorar las habilidades de sus colaboradores1. Para ello visualizan tres aspectos clave enfocados a generar valor en la colaboración entre personas y robots.
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Reinventar las formas de trabajo
El 46% de los entrevistados afirman que las descripciones de los puestos tradicionales son obsoletas, mientras los robots ejecutan las actividades más rutinarias y los empleados toman nuevas oportunidades basadas en proyectos. Esto conlleva a que más de la mitad de los encuestados piensen que los roles que impliquen una colaboración entre personas e IA aumentarán en el próximo trienio. Para lograr esto, se visualizan tres pasos que consisten en:
Evaluar tareas y habilidades, no trabajos: las compañías necesitan identificar los nuevos tipos de labores que deben realizarse. Además, requieren analizar el rango de tecnologías y equipos a su disposición, para después asignar esas responsabilidades a personas o máquinas.
Crear nuevas funciones: las organizaciones deben instituir roles dentro de un cambio contextual más amplio a medida que la inteligencia artificial les permita a los colaboradores adquirir y asumir un trabajo de mayor valor. Esto hará que los empleos se vuelvan más específicos, los datos más precisos y puedan explorarse novedosas perspectivas.
Identificar skills para nuevas ocupaciones: una vez que una empresa tiene una lista completa de requerimientos, destrezas y roles definidos, puede comenzar a compararla con las habilidades de los miembros vigentes. Si se encuentra alguna brecha, se tiene que escoger entre entrenar a los empleados actuales o atraer talento con mayor capacidad de adaptación.
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Probar a la fuerza laboral en áreas que generen nuevo valor
Los líderes empresariales tendrán que pivotear inmediatamente para aprovechar al máximo las oportunidades transformacionales que representa hoy y a largo plazo la colaboración hombre-máquina, las cuales pueden abrir un sinfín de puertas hacia el crecimiento y la disrupción.
Obtener lo mejor de esta simbiosis requerirá de una mentalidad, perspicacia y agilidad para asegurar que los empleados se adapten a los nuevos mercados, que los procesos sean flexibles y el liderazgo esté presente a fin de crear una nueva cultura. Esto bajo cuatro acciones concretas:
Alinearlos a la organización: el 42% de los ejecutivos menciona que la inteligencia artificial estará detrás de cada innovación que se haga en los próximos tres años. La información que provee la tecnología puede servir para que los colaboradores puedan entregar una experiencia más personalizada hacia los usuarios. Esto implicará cambiar su propósito para sincronizarlo con la propuesta de valor única para los clientes.
Reconocer el caso de negocio: convertir los ahorros en inversiones para la fuerza laboral del futuro que se encargará de impulsar nuevos modelos de negocio.
Organizar para agilizar: en lugar de que los empleados sigan haciendo el mismo trabajo repetitivo y rutinario, los líderes ejecutivos tienen que otorgarles más autonomía. El crear una cultura para que tomen más decisiones abre oportunidades a la experimentación e innovación, además de cambiar el ambiente laboral, influyendo en los entregables.
Fomentar un nuevo ADN de liderazgo: los integrantes de las empresas ágiles que aprovechan lo mejor de la tecnología inteligente y del ingenio humano, marcan el comienzo de un nuevo conjunto de expectativas para los líderes de hoy.
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Aumentar las nuevas habilidades para trabajar con máquinas inteligentes
Con la finalidad de cubrir los nuevos puestos y reconfigurarlos acorde a la Empresa Inteligente, las organizaciones necesitarán de enfoques de entrenamiento novedosos. Los programas para aprender nuevas destrezas tienen que ser rápidos, flexibles y personalizados, y a gran escala a fin de maximizar el valor que puede crear la colaboración humano-máquina.
Hay tres pasos que se tienen que dar para expandir su alcance:
- Priorizar skills para desarrollar: seleccionar el tipo de entrenamiento dependerá de la clase de tecnología que se necesite, su tamaño, el sector y de los niveles de habilidad que ya existen en la organización.
El top cinco de las habilidades más importantes a desarrollar en los próximos tres años incluyen: manejo de recursos, liderazgo, comunicación, resolución de trabajos complejos y toma de decisiones. Estas cualidades son necesarias a la hora de trabajar con la información que arroja la inteligencia artificial.
- Darse cuenta de la voluntad y destrezas: la mayoría de los empleados caen en la categoría de alta habilidad/disposición y tienen una actitud positiva hacia la IA. Las empresas necesitan determinar los niveles de su propia fuerza laboral y adaptar los esfuerzos necesarios en consecuencia. Esto porque más de la mitad de los colaboradores cree que la inteligencia artificial puede ayudar a impulsar su trabajo.
- Convertirse a digital para crear experiencias innovadoras de aprendizaje: tecnologías como la Realidad Virtual brindan simulaciones realistas para apoyar a las personas a ser mejores en tareas manuales usando maquinaria inteligente. Estas mismas herramientas ayudan a monitorear cómo los colaboradores ejecutan sus actividades con el fin de aconsejarlos de manera más puntual y asegurarse de que el trabajo se haga de la mejor manera.
La inteligencia artificial está abarcando cada vez más áreas de los negocios y los empleados pueden colaborar con robots de alto poder cognitivo para sacar provecho de la información y así entregar experiencias nuevas a los consumidores. Es momento de reimaginar el trabajo que las personas hacen para innovar a gran escala.
Referencias: 1Accenture ¨Reworking the Revolution¨
En palabras de…ACCENTURE MÉXICO
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