28/06/2016 |Por Noticias TNE
La startup llevará a juicio a la ciudad que la vio nacer, por las nuevas reglas que obligan a cada anfitrión a registrarse.
Hace casi ocho años inició la startup Airbnb en la ciudad de San Francisco, California, donde comenzó a probar sus servicios de hospedaje y fue donde repuntó hasta convertirse en lo que es ahora, una empresa con destinos en más de 190 países alrededor del mundo.
La ciudad que vio nacer el sueño de sus fundadores Brian Chesky, Joe Gebbia y Nathan Blecharczyk, ahora podría ser la misma que los destruya, pues las nuevas enmiendas en la ley de alquiler de San Francisco están requiriendo que cada anfitrión de su servicio se registre en el ayuntamiento del municipio.
Es decir que aquellos que hayan suscrito un hospedaje en la plataforma de Airbnb u otros servicios de este tipo, tendrán que también poner su número de registro, de lo contrario las compañías se verán obligadas a pagar mil dólares (más de 18 mil pesos) por cada día que pase en el que un usuario no esté registrado.
Aunque suene sencillo poder resolver el problema, el Ayuntamiento de San Francisco, no lo está poniendo tan fácil, pues el registro tiene un costo de 50 dólares (unos 900 pesos) y además debe realizarse en persona, es decir que no podrá llevarse a cabo en línea, lo cual llega a desanimar a miles de anfitriones a completarlo.
Esto ha incomodado a Airbnb, quien tomó la decisión de demandar a su ciudad natal, argumentando que estas nuevas reglas violan la Ley de Moralidad en las Comunicaciones, Ley de Comunicaciones Almacenadas y la Primera Enmienda.
“Aunque hemos intentado colaborar con el Ayuntamiento en alternativas sensatas y legales a este nuevo bando de gobierno, lamentamos vernos obligados a pedirle a un tribunal federal que intervenga en esta cuestión” declaró la empresa en un comunicado dentro de su blog.
Airbnb, por este medio, también ha declarado que esta es la mejor forma de proteger a sus anfitriones y huéspedes, ya que sus detractores han buscado interponerse en su servicio argumentando que esta plataforma elimina la vivienda accesible del mercado porque es transformada de un departamento rentable a un hotel no oficial durante todo el año.
Otras ciudades también han criticado duramente a la startup porque aunque no se trate del exactamente mismo servicio, sí ha representado una dura competencia para la industria hotelera alrededor del mundo.
Por su parte, los abogados de la ciudad de San Francisco afirmaron no haber visto la demanda pero ha asegurado que esta nueva regla no tiene nada de inusual y que no perjudicará a los usuarios de Airbnb.
“No hay nada en la ordenanza de San Francisco que castigue a los anfitriones del servicio. De hecho, no se regula el contenido del usuario en absoluto – se regula la actividad comercial de la plataforma de alojamiento en sí” exclamó Matt Dorsey, secretario de prensa de la oficina de abogados de la ciudad.