Empresas explotan los datos con el fin de hacer creer a la gente que pueden no solo encontrar lo que desean, sino también calificar aplicaciones de forma positiva fomentando un estado de ánimo que lo permita.
En términos tecnológicos, ¿estás seguro de que existe el libre albedrío? Cada que usas una aplicación, ya sea para comprar o solicitar un servicio de transporte privado, ¿estás convencido de que no se trata de algoritmos diseñados para la manipulación social?
Toda la cantidad de datos que generas cada que navegas en Internet, ya sea desde tu computadora o dispositivo móvil, se convierten en una oportunidad invaluable para modificar comportamientos e influir en las personas, incluso cuando estas no se llegan a dar cuenta.
De algo debes estar seguro: las empresas tech no están simplemente a la expectativa observándote. Al contrario, buscan de forma activa la manera de influir en tus emociones, lo cual tiene el potencial de generar comportamientos que impulsen el consumo de aplicaciones y que pases mucho tiempo usándolas en tus dispositivos.
A lo anterior se suma que las grandes compañías son muy buenas en utilizar patrones de diseño adictivos en sus productos para enganchar a los usuarios y conseguir que hagan lo que estas quieran, sin que se den cuenta de que están siendo manipulados.
¿Seguro de que existe el libre albedrío en el mundo virtual?
Las empresas de redes sociales generan enormes ganancias al buscar de manera deliberada que sus productos produzcan alto grado de dependencia en las personas. De hecho, esta situación puede ser equiparable al consumo de drogas. Basta con ver cuántas personas están con la cabeza agachada viendo sus pantallas e interactuando a través de aplicaciones.
El diseño adictivo opera de tal manera que los algoritmos filtran las ideas y opciones a las que se exponen los usuarios al usar aplicaciones. Al mismo tiempo, dejas una huella de datos que posteriormente regresan en la forma de contenidos dirigidos a ti que intentarán persuadirte de que adoptes ciertas creencias, compres determinados productos o simplemente pases más tiempo frente a la pantalla (por algo existe el scroll infinito).
Las notificaciones tienen por objetivo llamar la atención para que las personas le den clic al momento. A esto se suma el miedo a poder perderte de algo importante, por lo que el impulso les gana y terminan ingresando a la app, ya sea Facebook, Instagram, WhatsApp, entre otras. Si la necesidad de la gente de no perderse algo es fuerte, resulta difícil el poder alejares de los dispositivos, lo que a su vez puede impactar en las relaciones y en la vida personal.
Plataformas como YouTube no se quedan atrás. Con la información que recolectan, conocen los gustos de los usuarios, así que cada vez que miran un video, al finalizar se comienza a reproducir otro que será del agrado de las personas. Ni hablar del algoritmo de Netflix que “sabe” si una serie o película te puede encantar al 100% derivado de tu historial de consumo de contenidos.
Los desarrolladores tecnológicos entienden de las motivaciones humanas y de la psicología. Como resultado, los sistemas aprenden sobre los hábitos de los usuarios, lo que a futuro permite predecir su comportamiento. Si bien esto puede traer resultados positivos como la mejora de un producto, también es importante saber reconocer cuando se trata de mejorar la experiencia o incentivar la adicción.
Las redes sociales como Facebook son muy fáciles de usar, basta con ingresar un correo electrónico y un password para darse de alta. A partir de aquí el perfil se puede configurar según los intereses de cada persona, pero luego viene la invitación a participar en grupos, comentar publicaciones, con lo que busca que los usuarios se sientan parte de una comunidad o incluso busquen la validación que tal vez no encuentren en su círculo cercano.

Relacionado con el último punto, están las ganas de competir, ganar y, en el mejor de los casos, obtener premios. Basta con ver el resultado de mecánicas como giveaways, lo peor del caso es que no siempre se sabe quien son los ganadores e incluso pueden ser bots. Esas ganas de conseguir algo sin mucho esfuerzo inciden en la forma de interactuar en redes sociales.
Respuestas con buen estado de ánimo
Cuando usas una aplicación, ya sea para fines productivos o entretenimiento, resulta común de pronto recibir un mensaje: “¿Cómo calificas tu experiencia con [nombre de la app]?”. Parece una pregunta simple de responder.
Si bien te puede tomar unos minutos contestarla debes saber que detrás del cuestionamiento hay un arduo trabajo para elevar su ranking dentro de las tiendas de aplicaciones, particularmente de Apple. Nuevamente los algoritmos están preparados para la manipulación social.
Sin importar qué app uses, lo más probable es que los desarrolladores te pregunten cómo ha sido tu experiencia al usarla cuando tu estado de ánimo se encuentre elevado. Por ejemplo, si se trata de un juego, la recibirás justo al conseguir un alto puntaje o durante la quincena si usas una aplicación bancaria.
Derivado de lo anterior, lo que sucede es que al tú mostrar un estado de ánimo más alegre y positivo derivado de tu interacción con la app, es más probable que le des una calificación de cinco estrellas. En consecuencia, se eleva la posición de la aplicación en el listado del ranking, algo que no ocurriría si contestas después de que tu experiencia no ha sido satisfactoria.
Esta clase de tácticas no se ven a simple vista, pero son comunes entre los desarrolladores de aplicaciones. Resulta difícil encontrar a una compañía que no lleve a cabo este tipo de prácticas.
Lee también: Servicio 4.0 para un mejor posicionamiento competitivo
Dado que la competencia es fuerte entre las apps que buscan ganar terreno entre los casi mil millones de usuarios de Apple6, se vuelve una batalla campal obtener un alto puntaje. De hecho, subir de dos a cinco estrellas significa un incremento en las descargas de hasta un 306%. ¿Confías en una app que tiene bajos niveles de rating?
Anteriormente, los usuarios de Apple, generalmente insatisfechos, tenían que ingresar a la App Store para calificar aplicaciones. Estas últimas ahora integran un sistema de reviews con el cual es más fácil llamar la atención de las personas, sobre todo cuando están más felices para responder.
A pesar de que la compañía de la manzana solicita una interfaz simple para calificar de 1 a 5 estrellas una app, los desarrolladores pueden incluir mensajes positivos como “¡Felicidades por tu alto puntaje!” o indirectos “¿Cómo calificas la calidad del servicio”? Así se elevan las posibilidades de otorgar cinco estrellas a la aplicación. ¿Aun tienes dudas de cómo se usan los algoritmos para la manipulación social?
Aunque los usuarios de Apple pueden no participar en las clasificaciones in-app y escribir comentarios negativos directamente en la App Store sin que sean bloqueados, los desarrolladores tienen la posibilidad de resetear los ratings.
Esta situación ha resultado en beneficio de las grandes empresas, porque solo las que cuentan con enormes cantidades de dinero pueden tomar ventaja. Además, atentan contra la innovación porque una aplicación mala tiene la oportunidad de obtener 5 estrellas.
Pero no solo Apple es culpable, compañías como Google y Facebook han sido señaladas por deliberadamente diseñar aplicaciones con la intención de que sean adictivas sin importar el impacto en la salud mental y emocional de los usuarios.
Cabe mencionar que entre más veces se abra una app, fluye más dinero hacia las empresas gracias a la publicidad. Esto tomando en cuenta que los usuarios revisan sus celulares en un promedio de 300 veces al día7.
Los algoritmos para la manipulación social están a la orden del día, tal vez ahora te das cuenta de que toda tu interacción en línea se encuentra diseñada de forma minuciosa para mostrar lo que quieres y actuar conforme a tu estado de ánimo, siempre y cuando sea optimista.
Referencias: 1Chicago Tribune, 2Consumer Reports, 3 The Startup | Medium,4 The Wall Street Journal, 5 CNBC, 6 Financial Times 7 Asurion