Las empresas deben apostar por fortalecer a sus colaboradores con el apoyo de la tecnología para que puedan trabajar a distancia.
Los CEOs han invertido importantes recursos en tecnología durante el confinamiento, apostando por una transformación digital de enormes dimensiones en sus empresas, sin descuidar el talento humano. Esto con el objetivo de incrementar la resiliencia operativa, la agilidad y el enfoque en el cliente.
Para los directores generales, dicha inversión dará frutos sin precedentes si está alineada con la estrategia de la empresa, pero, sobre todo, si está anclada en la gestión efectiva del talento.
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A medida que se va creando la nueva realidad tras la pandemia de Covid-19, ocho de cada diez directores generales de las empresas más grandes del mundo (80%), han visto acelerar sus programas de transformación digital durante el periodo de confinamiento (69% en México). Esto de acuerdo con el reciente estudio KPMG “2020 Global CEO Outlook. Edición especial COVID-19”.
Este mismo análisis señala que 75% de los CEOs aseguran que la pandemia ha acelerado la creación de experiencias digitales perfectas para el cliente (82% en México).
Por su parte, el 64% considera que también ha incrementado la velocidad en la que se crean nuevos modelos de negocio digitales y nuevos flujos de ingresos (63% en México).
El reto número 1: capital humano
La transformación digital que no está acompañada por una estrategia de gestión del talento humano es solo optimización. De acuerdo con el estudio, la gestión del talento subió 11 lugares en cuanto a prioridades de los directores generales entre febrero y agosto de 2020.
Este movimiento se dio a raíz de la evolución de la pandemia por el coronavirus, colocándose como el riesgo número uno para las organizaciones en el ámbito global (segundo lugar en México, donde las tecnologías disruptivas o emergentes son la amenaza número uno).
Justamente el avance del Covid-19 ha provocado que las organizaciones se muevan hacia esquemas adaptables entre equipos para cubrir los horarios de atención, aumentando la flexibilidad laboral. Esto exige del personal capacidades móviles sólidas y herramientas digitales, a medida que se exploran las nuevas formas de operar.
En este contexto, las empresas se enfrentan a la necesidad de disponer de la tecnología adecuada para atender a sus clientes y respaldar la nueva realidad del trabajo con acceso a información y sistemas disponibles 24/7, sin importar si la gente está en las oficinas o en otra ubicación.
Resulta esencial pensar estratégicamente en la tecnología para que permee toda la organización, no solo el back office. El objetivo es transformar digitalmente todos los sistemas a largo plazo, trascendiendo la optimización únicamente de algunos procesos y crear una experiencia similar a la del consumidor para ayudar a mantener a los colaboradores comprometidos y motivados. Esto implica que la estrategia de la evolución de los colaboradores se sintonice con la de la empresa.
Transformación de la fuerza laboral
Con la pandemia modificando el mundo del trabajo, 77% de los CEOs señalan que continuarán aprovechando el uso actual de herramientas de comunicación y colaboración digital (88% en México). El 73% considera que el home office ha ampliado sus opciones de talento disponible (44% en México).
Sin duda, la innovación más brillante se torna irrelevante si los colaboradores no están lo suficientemente capacitados para aprovecharla. Las empresas necesitan definir cómo la tecnología complementa y mejora al talento humano, en lugar de reemplazarlo, sin descuidar la búsqueda de la transformación digital.
Construir una fuerza laboral eficaz, preparada para el futuro, requiere una mentalidad de aprendizaje permanente que incremente las habilidades de la gente de manera cíclica a medida que se adoptan tecnologías de cambio radical.
Entre las opciones que tienen las empresas para preparar a su personal para la transformación digital, destacan:
- Contratación de personas con un nuevo conjunto de skills.
- Volver a capacitar a los empleados que experimentan el mayor impacto en el uso de nuevas tecnologías.
- Planear cómo utilizar una fuerza laboral flexible (externos, profesionistas y servicios independientes, personas con contrato temporal).
- Captar nuevas habilidades y competencias mediante fusiones y adquisiciones.
En este sentido, el enfoque de los profesionales de gestión de talento requiere centrarse en la capacitación para mejorar conocimientos y habilidades. Evaluarlo de forma sólida, vinculada a la estrategia y el desempeño del negocio, es un punto de partida clave para comprender el estado actual de la fuerza laboral y comenzar el viaje hacia su reconfiguración.
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Sin duda, la transición hacia la digitalización y el trabajo a distancia ha llevado a las empresas a darse cuenta de que cada vez más personas son capaces de trabajar a distancia, y que lo harán con más frecuencia.
Por su parte, el personal está adoptando una mentalidad de consumidor a medida que evalúa la propuesta de valor y el tipo de experiencia que le brinda la organización.
En este contexto, para que las organizaciones atraigan y retengan el talento humano adecuado, será crítico tratar a su personal como cliente inteligente, más allá de la transformación digital de la organización. Esto exige un avance digital continuo para volver el trabajo más eficiente y satisfactorio, proporcionando experiencias de mayor valor para todos.
Con información de Gerardo Rojas, Socio Líder de Deal Advisory de KPMG en México