26/02/2016 | Por Noticias TNE
El tráfico de drogas, celulares y otros productos ilegales en prisiones aumentó en 2015 más del 1000%.
Los vehículos aéreos no tripulados mejor conocidos como drones han aumentado su popularidad considerablemente en los últimos años y han diversificado sus usos, pueden tomar imágenes hermosas, ser utilizados como métodos de vigilancia e incluso para fertilizar grandes plantíos y analizar la calidad de las cosechas.
Estos dispositivos son realmente inteligentes y prácticos, esto es de lo que se han percatado muchos de los criminales encarcelados en prisiones federales en Estados Unidos. La variedad de usos de los drones se ha masificado tanto que ha llegado incluso al lado incorrecto de la justicia ya que en el 2015 aumentó el índice de contrabando de artículos prohibidos en las cárceles mediante su utilización.
De acuerdo a los datos obtenidos de una solicitud del acta Freedom of Information (FOIA) en el país estadounidense, los vehículos voladores fueron usados más de 33 veces el año pasado para contrabandear cosas como celulares, droga u otros productos ilegales a los prisioneros dentro de la institución.
Ante la información que se muestra del 2014, en el que tan sólo se vieron dos casos de este tipo, el aumento de contrabando por este medio ha aumentado en 1550%, mientras que en 2013 no se registró ni uno solo de estos incidentes.
Aunque ya existían los drones hace dos o tres años, no habían alcanzado la popularidad y accesibilidad que tienen ahorita, lo que ha permitido que se diversifique la cartera de opciones de uso.
Autoridades afirman que los productos que más han encontrado son celulares y sus cargadores, drogas, memorias USB e incluso los mismos vehículos que se infiltraron en la prisión.
El presidente nacional de la Asociación de Oficiales de Prisión (POA por sus siglas en inglés), Mike Rolfe, afirmó que el contrabando de este tipo de bienes ilegales con el uso de drones es un tema serio para su entidad.
“La POA ha realizado un gran impulso para aumentar los recursos de las plantillas para atacar el problema de seguridad que los drones representan” destacó Rolfe. “Los recursos adicionales deben ser utilizados para aumentar el staff operacional en los establecimientos que detecten y confisquen artículos mediante una revisión constante en celdas y búsquedas de los prisioneros, así como patrullas terrestres y vigilancia extra en las ventanas de los dormitorios” destacó.
Ante este considerable incremento, las autoridades deben plantearse tomar medidas para disminuir el contrabando, ya que de acuerdo a Rolfe, el uso de celulares dentro de las prisiones aumenta la actividad criminal y pone en riesgo la seguridad de víctimas y sus familias.
“El trafico de drogas tanto legales como ilegales, entorpece el proceso de rehabilitación, generando más violencia, bullying y facilitando la creación de una cultura de pandillerismo. Todas estas problemáticas han aumentado por el uso de drones apoyando esta criminalidad”.