28/09/16 | Por Noticias TNE
Los cristales piezoeléctricos podrían ser la clave para generar energía al ser colocados en el asfalto.
Las horas en el tráfico pueden resultar tediosas para cada persona que se ve envuelta en un océano de autos; pero en conjunto, todos esos vehículos podrían aportar un gran beneficio a la ciudad: producir energía renovable. ¿Cómo lo harían?
El estado de California, en Estados Unidos, busca que las calles sean generadoras de electricidad. La Comisión de Energía de la entidad invertirá 2 mil millones de dólares para estudiar si los cristales piezoeléctricos —aquellos que al ser presionados, estirados o sometidos a presión producen cargas eléctricas— podrían usarse en el asfalto para que los coches, al pasar sobre ellos, produzcan energía.
“No es difícil ver la oportunidad en California” comentó Mike Gravely, Subjefe de la División de Investigación y Desarrollo de la Comisión. “Es una energía que se crea pero se pierde en la vibración”.
California tiene el objetivo de producir el 50% de su electricidad a través de fuentes renovables para el año 2030 y contempla lograr el 25% a finales de 2016.
“Manejar ya no es solo consumir energía. Quizá forma parte del proceso de generarla” explicó Paul Bunje, científico de una organización sin fines de lucro que financia desarrollos tecnológicos y fundador del Center for Climate Change Solutions de la Universidad de California en Los Ángeles.
Investigadores estiman que los cristales, colocados en una extensión de 16 km podrían generar la suficiente electricidad para una ciudad como Burbank, con una población aproximada de 100 mil habitantes.
¿Será la solución?
Ésta tecnología ha estado presente desde la Segunda Guerra Mundial. Otros países, como Japón, Italia han probado esta técnica; sin embargo, a éstos, al parecer, no se les dio continuidad.
A pesar de lo prometedora que resulta la idea, hay quienes consideran que los cristales no son lo suficientemente resistentes para soportar las grandes cantidades de tráfico, razón por la cual tendrían que ser reemplazados con frecuencia, lo cual haría costosa la inversión.
“Hace treinta años nadie hubiera creído que los paneles negros de silicona en el desierto podrían producir energía solar. La tecnología piezoeléctrica es real y me da gusto que el gobierno reconozca su potencia para ser una fuente de energía” explicó Mike Gatto, miembro de la Asamblea de Los Ángeles.
El funcionario agregó que la gente se le acercaba para preguntar por la idea de usar las carreteras como fuentes de electricidad. Lo anterior habla de un interés ciudadano para encontrar soluciones ante los retos que presenta el cambio climático. Ésta sería la primera vez en llevar el proyecto a gran escala.
Desde 2009, las pantallas de la estación de Tokio funcionan gracias a las personas caminan sobre el piso piezoeléctrico.