16/02/2016 | Por Noticias TNE
Los tejidos impresos pueden seguir regenerándose gracias a los microcanales que sirven como vasos sanguíneos.
El futuro de la impresión 3D ha llegado y podría representar una solución increíble para la medicina. Se trata de un método en el que es posible imprimir órganos que son capaces de generar tejidos para realizar trasplantes de forma exitosa, desarrollado por investigadores del Instituto de Medicina Regenerativa Wake Forest, en EE.UU.
Este sistema aunque utiliza diferentes materiales, funciona de la misma forma que una impresora 3D convencional, sólo que en lugar de producir estructuras hechas a base de plásticos, resinas o metales, utilizan materia biológica especial que es similar a los tejidos vivos.
El grupo de científicos, liderado por el doctor Anthony Atala ha realizado pruebas imprimiendo de forma exitosa un hueso de mandíbula, músculos, estructuras cartilaginosas e incluso una oreja humana, a base de polímeros biodegradables capaces de seguir regenerándose en el cuerpo humano.
A pesar de que no se han realizado tests en personas, los investigadores las han hecho con animales, implantando pabellones auditivos bajo la piel de ratones, dos meses después del injerto, pudieron comprobar que los órganos aún mantenían su forma e incluso se habían desarrollado cartílagos y vasos sanguíneos.
La diferencia que se puede ver en este tipo de bioimpresoras es que anteriormente sólo se habían desarrollado algunas que produjeran tejidos demasiado débiles e inestables para poder ser implantados. Además de que no eran capaces de producir estructuras más pequeñas y delicadas para crear, por ejemplo, venas, las cuales son esenciales para que las células del órgano puedan recibir nutrientes y oxigeno necesarios para seguir regenerándose y sobreviviendo.
El poder crear microcanales que funcionan como vasos sanguíneos hace toda la diferencia en los avances que se habían visto con anterioridad en cuanto a bioimpresoras 3D, logrando que la estructura de los órganos mantenga su funcionalidad, tamaño y solidez.
“Las células simplemente no pueden sobrevivir sin el suministro de un vaso sanguíneo menor a 200 micras” dijo Atala.
Los científicos también fueron capaces de utilizar células madre para crear partes de hueso de mandíbula, las cuales cinco meses después habían logrado formar tejido óseo vascularizado.
Han pasado más de 10 años desde que el equipo comenzó su investigación, misma que fue publicada por la revista Nature Biotechnology, la cual busca poder reemplazar tejidos enfermos de cada ser humano o que hayan sido amputados, personalizados por computadora para satisfacer las necesidades específicas de cada paciente.
La impresora de tejido-órgano integrado, denominada ITOP, logra construir la forma correcta de la estructura gracias a imágenes clínicas que sirven como un modelo anatómico predilecto.
El doctor Atala afirma que aún están realizando las pruebas pertinentes para garantizar seguridad en el proceso y poder llevarlo a la escala humana. Una vez que se compruebe la eficacia, se comenzarán ensayos en personas, sin embargo el investigador destaca que aún llevará algo de tiempo concluir los experimentos.