Por Redacción TNE
Investigadores del MIT desarrollan software que permite recrear de forma eficiente el músculo cardiaco; médicos de Boston lo pondrán a prueba para “ensayar” cirugías de alto riesgo.
Las imágenes de una resonancia magnética del corazón ahora se pueden convertir en modelos físicos tangibles de estudio gracias a la impresión 3D, lo que hará más sencillas y cortas las cirugías de corazón.
Investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) junto a médicos del Boston Children’s Hospital desarrollaron esta nueva técnica que busca convertirse en el mejor aliado de los cirujanos, quienes podrán practicar sus movimientos antes de intervenir al paciente.
Prótesis mucho más naturales o copias exactas de tumores a escala real han sido elaboradas con este software que abre la oportunidad para que los galenos prueben diferentes tratamientos o vías de ataque sin poner en riesgo la vida del enfermo.
El MIT detalla en un comunicado que la herramienta permitirá a los especialistas estar más preparados para enfrentar las peculiaridades anatómicas de corazón.
“Los cirujanos podrán ver con sus manos”, afirma Polina Golland, profesora de Ingeniería Eléctrica e Informática del MIT que dirigió el proyecto.
En la investigación participan desarrolladores de diferentes disciplinas: Danielle Pace, estudiante del MIT que lideró el desarrollo del software que analiza las imágenes por resonancia magnética; Mehdi Moghari, físico del hospital a quien corresponden nuevos métodos que aumentan la precisión de la resonancia magnética por diez; y Andrew Powell, cardiólogo que coordina el trabajo clínico del proyecto.
El reto: superar a los modelos convencionales
Transformar la imagen tridimensional de la resonancia magnética a un modelo físico tal vez se pudo haber logrado desde tiempo atrás, sin embargo, estos prototipos genéricos no hubieran sido de mucha ayuda para los enfermos, ya que si éstos requieren una cirugía de corazón es porque su músculo tiene alguna irregularidad, es decir, su anatomía no es igual a la de otros.
Golland explicó que los algoritmos que existían no eran lo suficientemente creíbles para hacer impresiones físicas que permitieran planear una cirugía; ahora gracias al nuevo software es posible tener imágenes más detalladas para imprimir en 3D y “recrear” el reto que tendrán en la intervención.
“La idea era explorar a los niños un día y utilizar otro día o dos para hacer la planificación de cómo se va a operar exactamente”, explica la investigadora.
Sin embargo, se logró que el proceso fuera mucho más rápido, así que tomar la resonancia y generar el modelo 3D toma sólo unas horas, así pueden atender de forma más eficaz a los pacientes.
En el hospital de Boston se pondrá a prueba el estudio clínico con 10 pacientes; implicará realizar resonancias magnéticas cuyos resultados serán analizados por los doctores, incluyendo la imagen en bruto de la resonancia y el modelo 3D basado en el nuevo algoritmo.
Con esa información se trabajará en los planes quirúrgicos con la esperanza de que los modelos en 3D permitan tener mejores resultados en las cirugías; además, será más sencillo explicar a las familias los problemas anatómicos de los enfermos.