La inversión en tecnologías exponenciales debe apostar por llevar a la organización al siguiente nivel, pero sin descuidar costos y optimizando los recursos para asegurar el retorno esperado.
La disrupción digital ha ido cambiando las reglas del juego en los negocios, así como el enfoque que las compañías dan a sus inversiones. Históricamente, las empresas de tecnologías de la información (TI) han servido como centros de costos, trabajando con presupuestos anuales establecidos utilizando procesos básicos de acumulación, pero con información limitada sobre la efectividad del gasto y con poca claridad en el retorno de inversión (ROI) en tecnología sobre este rubro.
Actualmente vivimos la cuarta revolución industrial, llamada Industria 4.0, caracterizada por buscar mejores resultados de negocio transformando a la empresa en una organización inteligente, soportada por una estrategia digital efectiva.
Sin embargo, las compañías que cuentan con tecnologías en proceso de maduración como la nube, inteligencia artificial o DevOps (low code y operaciones de TI), entre otras, hacen que las estrategias de compra de estas soluciones, dificulten aún más el análisis, la optimización y planificación del costo y por consecuencia el valor que estas generan al momento de su implementación.
Siete de cada diez directivos reconocen la necesidad de crear nuevos modelos de negocio, de crecer a partir de esquemas comerciales y de integrar tecnologías que soporten mucho mejor estas metodologías, permitiéndoles ser más ágiles ante las exigencias del mercado1. Este proceso se puede esquematizar de la siguiente forma:
Retos de la transformación digital
El control del costo de inversiones de TI sigue siendo una de las principales prioridades estratégicas2 y, como en todo proceso de transformación se genera la interrogante para la Alta Dirección: ¿cómo acelerar el retorno de la inversión? Esta pregunta tiene diversas respuestas que no solamente las áreas de Innovación o Tecnología tienen la responsabilidad de contestar.
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Frecuentemente al implementar este tipo de procesos, surgen retos que provocan la pérdida de control de los costos e inversiones en tecnología y, por consecuencia, de la generación del cálculo del retorno de estas. Algunos de estos aspectos son: falta de transparencia, con base en percepciones; objetivos desalineados; dependencia excesiva de las herramientas tecnológicas como respuesta a todos los problemas; programas desagregados; responsabilidades poco claras; y cambio de prioridades.
Derivado de lo anterior, es importante establecer un caso de negocio sustentado que considere todos los componentes de la transformación digital, ya que el ROI debe focalizarse en otros elementos además de la tecnología. Por otro lado, hay aspectos que se deben considerar para lograr un retorno de inversión de TI, dentro de los cuales destacan:
► Alinear el caso de negocio que sustenta la transformación digital al modelo de beneficios esperados de tecnología.
► Conformar un equipo dinámico que lidere, impulse y supervise el proceso.
► Analizar el modelo operativo actual y recorrer sus distintas dimensiones, deteniéndose a comprender los retos de cada una.
► Establecer una visión unificada entre las diversas áreas del negocio y TI sobre cómo será el trabajo en los nuevos esquemas operativos, así como la forma en que se medirán los beneficios.
► Definir el portafolio de negocio e identificar los impulsores, alineando los servicios tecnológicos que demande la empresa.
► Priorizar las iniciativas que generan más valor para determinar la transformación del modelo, identificando las palancas de cambio.
► Diseñar a futuro apoyándose en soluciones ágiles para entregar valor al mercado a la velocidad que lo requiere.
► El Chief Information Officer (CIO) debe contar con herramientas de transparencia de los gastos de TI, mismos que deben ser oportunamente comunicados a la Alta Dirección.
Reforzando lo anterior, para generar un retorno de inversión más ágil, medible y realizable, es relevante:
- Agilizar la TI bajo un balance de costo y rendimiento
« Totalmente orientado al cliente.
« Visión para adaptar la tecnología a las necesidades del negocio.
« Integrar y gestionar a los proveedores estratégicos que ofrezcan soluciones acordes a los requerimientos de la empresa.
« Hacer más eficiente la combinación de recursos como parte del modelo.
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Optimizar a través de los conocimientos
« Administrar TI con disciplina y transparencia.
« Comprender los costos, así como el valor de las inversiones y servicios.
« Utilizar análisis, modelos predictivos y visualización para desarrollar ideas empresariales viables.
« Implementar modelos de inversión “pago lo que uso” y basados en el valor generado.
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Proteger a la empresa
« Garantizar la seguridad y la disponibilidad del sistema.
« Proteger de manera proactiva los activos tecnológicos.
« Unificar la seguridad mediante la racionalización de soluciones y proveedores.
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Habilitar la agilidad a escala
« Adoptar la entrega continua y rápida de soluciones.
« Romper los silos y convertirse en un líder de servicio.
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Aceptar la disrupción
« Permitir interacciones personalizadas del cliente (unidades de negocio).
« Explotar la tecnología disruptiva, incluida la nube, Internet de las cosas, entre otras, para obtener una ventaja competitiva.
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Innovar para crecer
« Impulsar la innovación tecnológica al asociarse con el negocio y adoptar una mentalidad de servicio.
« Inculcar una cultura de mejora continua.
« Invertir en experimentación.
« Adoptar modelos de trabajo colaborativo y a distancia.
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En conclusión, la medición del retorno de inversión en temas de tecnología debe contar con una visión integral que considere todos los aspectos antes mencionados, ya que la habilitación digital solo es un medio, y no el fin de la transformación. El ROI está sujeto no solamente a la forma en que la tecnología está alineada al negocio y es usada por la organización.
Referencias: 1Global CEO Outlook. Edición especial COVID-19 de KPMG 2CIO Survey 2020 Harvey Nash/KPMG
En palabras de…KPMG