07/06/2016 | Por Noticias TNE
Carlo Ratti creó oficinas inteligentes con “burbujas térmicas” personalizadas y adaptadas a cada usuario dentro del edificio.
Uno de los principales propósitos de las smart homes y otros edificios inteligentes es dejar de desperdiciar energía que no se está utilizando, por lo que un arquitecto italiano ha decidido llevar esta tecnología a otro nivel, creando sistemas de iluminación, aire acondicionado y calefacción personales.
Esta tecnología, instalada en una oficina de Turin, pretende “seguir” a cada uno de los que ocupan un lugar en el edificio y crear una “burbuja medioambiental individualmente adaptada”.
La llamada Office 3.0 de Carlo Ratti Associati (CRA) utiliza sensores, conectados al Internet de las Cosas, para monitorear a los empleados mientras se mueven por el edificio que es la sede de la institución cultural de la Fundación Agnelli.
Esta serie de dispositivos enlazados a la red Wi-Fi monitorea el ambiente y recolecta información relacionado a la temperatura, niveles de ocupación en el edificio, concentración de CO2 y el estatus de cada sala de juntas.
“Hoy en día, se desperdicia una gran cantidad de energía al calentar o enfriar edificios vacíos“, afirma Carlo Ratti, fundador de CRA. “Mediante la sincronización de uso de energía y la ocupación humana dentro de los edificios, podemos crear una arquitectura más sostenible y sensible, en teoría recortando el consumo de energía hasta en un 40%.”
Gracias al Internet de las Cosas, los ocupantes también pueden poner su temperatura predilecta por medio de una app en su smartphone.
Un sistema de posicionamiento interno similar al GPS realiza un seguimiento de los usuarios mientras se mueven y adaptan el medio ambiente alrededor de la zona donde estos se encuentren. Las unidades de ventiladores de bobina situados en el techo se activarán cuando detecten presencia humana, por lo que consideran que una “burbuja térmica” alcanzará a cada individuo mientras se desplazan alrededor del edificio.
Cuando todas las personas se ausenten, la habitación volverá a entrar automáticamente en “modo de espera” para ahorrar energía.
Con el tiempo, gracias a su diseño el sistema aprenderá las rutinas diarias de los ocupantes para adaptarse a estos hábitos y actuar automáticamente acorde a ellos.
Las oficinas de la Fundación Agnelli contarán con paredes de vidrio movibles, cortinas que absorben el sonido y tabiques que se pueden doblar hechos de paneles de madera, todo esto con el fin de permitir la reconfiguración de espacios amplios a una serie de cuartos más pequeñitos.
El creador de este sistema inteligente asegura que estará abierto y que cualquiera será capaz de desarrollar software para mejorar sus funciones de diferentes maneras.
“Con la Carlo Ratti Associati ahora estamos explorando cómo estas soluciones pueden impactar la arquitectura utilizando el Internet de las Cosas” afirmó John Elkann, videpresidente de la Fundación Agnelli.