La IA ayudará no solo a prevenir y tratar padecimientos terminales, sino también a cuidarse de aquellos que todavía no existen.
En medio de la crisis sanitaria surge una imperante necesidad por encontrar nuevas formas de combatir con la ayuda de la inteligencia artificial (IA) el cáncer, enfermedades infecciosas y otros padecimientos que impactan en la salud.
Por lo anterior, el Broad Institute del MIT-Harvard lanzó una iniciativa de 300 millones de dólares para apoyar proyectos que apliquen ciencias computacionales avanzadas con la intención de ayudar resolver algunos de los problemas más complejos en medicina.
La asociación dio a conocer la creación del Eric and Wendy Schmidt Center, en honor al ex CEO de Google y su esposa, quienes son los principales impulsores de este esfuerzo colaborativo.
Te puede interesar: Empresas tech quieren potenciar el poder e impacto de tu voz
El financiamiento se da a medida en que biólogos y médicos descubren información a gran escala sobre el cuerpo humano y que podría tomar cientos de años analizar y comprender sin la ayuda de la inteligencia artificial.
Por su parte, el instituto espera que, al enfocar sus recursos y experiencia en desarrollar y mejorar esta clase de sistemas, pueda identificar patrones sobre los misterios que oculta el cuerpo humano.
Eric Schmidt considera esta contribución como clave para continuar con el “mapeo del lenguaje de la vida”, algo que únicamente es posible concebir gracias al rápido avance y capacidad de los programas computacionales que ayudan a procesar enormes cantidades de datos.
“La vida está llena de patrones”, comentó Wendy Schmidt en entrevista con Boston Globe. Agregó que los avances tecnológicos pueden llevar más allá de la capacidad de observación de los individuos. “Entonces llegas a fronteras que permiten ver de nuevas formas a las enfermedades, el envejecimiento y todas esas cosas que afectan a los seres humanos”.
Los investigadores que integran el Broad Institute han jugado un rol crucial en el desarrollo de ciencia de vanguardia; por ejemplo, la tecnología de edición genética conocida como CRISPR. Por otro lado, el centro ha sido parte de la infraestructura local para responder en la pandemia por el Covid-19.
El trabajo del Centro Schmidt podría contribuir a crear tecnologías que ayuden a contener futuras epidemias.
“El desarrollo de nuevas terapias es clave […] en cada etapa para identificar objetivos y moléculas para generar instrumentos y seleccionar a pacientes para las pruebas”, comentó Anthony Philippakis, Chief Data Officer del Broad Institute y codirector del nuevo centro.
Lee también: Proveedores de tecnología usan tus datos para hacer dinero
Por otra parte, el instituto contempla trabajar con otras organizaciones en la primera línea de la IA y la investigación médica, usando datos recolectados por Broad y otros materiales compartidos por científicos alrededor del mundo.
La inteligencia artificial jugará un papel preponderante no solo para prevenir enfermedades, sino también, al parecer, para cuidarse de aquellas que incluso todavía no existen.