Es imprescindible que las empresas aprovechen y conviertan la información en un activo valioso para transformarse y adaptarse al nuevo consumidor.
Hoy las organizaciones se enfrentan a un nuevo paradigma comercial, lejos han quedado los tiempos en los que un producto tenía éxito meramente gracias a la publicidad. En este entorno tan dinámico, donde la incertidumbre es el pan de cada día, los clientes cuentan cada vez con más opciones, tienen todo lo que necesitan, son más exigentes y además carecen de tiempo para escuchar lo que las empresas quieren comunicarles. Hoy en día, para lograr una verdadera disrupción, la clave está en los insights.
El marketing debe ejercerse no sólo para la difusión, sino desde la concepción de productos, mediante la identificación y validación de insights sobre los consumidores, que sirvan para desarrollar una oferta que brinde una mejor solución o experiencia.
En ese sentido, las empresas deben trabajar constantemente en mejorar su capacidad de conocer y entender las necesidades y deseos de sus clientes. Una vez que se tiene ese entendimiento, el reto está en desarrollar ofertas de valor diferenciadas y que probarse se requiere asegurarse que sean tan interesantes que los consumidores estén dispuestos a hablar y difundir ellos mismos el producto.
Información como base de la experimentación
Los insights del consumidor son el inicio de los procesos de disrupción, los cuales han tomado gran relevancia y son clave para el crecimiento y/o permanencia de las compañías en el mercado. Esto aplica tanto para empresas en desarrollo como para los que hoy consideramos grandes corporativos, debido a que, si se pierde o no se ejercita la capacidad de innovación, podrían desaparecer.
Es importante entender que para innovar hay que experimentar lo más pronto posible, así de simple. Bajo la idea de acortar los ciclos de desarrollo de productos, metodologías como Lean startup de Eric Ries aportan agilidad a los procesos de creación y lanzamiento de ofertas de valor.
Esta técnica se basa en el método científico ya que propone la generación de hipótesis respecto a las necesidades, deseos o problemas de un grupo de personas (consumidores), la validación de estos supuestos y el desarrollo de un producto mínimo viable que se pone a prueba con los(as) usuarios(as) para obtener retroalimentación del mismo y un aprendizaje validado, para luego hacer los cambios necesarios al producto.
La mayoría de los avances científicos que hoy nos parecen tan familiares son el resultado de pruebas. Hoy en día los experimentos en los negocios se pueden realizar de manera muy temprana utilizando las nuevas tecnologías y soluciones digitales de fácil acceso, para crear simulaciones y modelos computarizados tanto para el diseño de productos como para la comprensión de procesos.
Gracias a las herramientas tecnológicas actuales, la experimentación en los proyectos cada vez es más ágil y económica. Además, brinda la oportunidad de encontrar posibles fallas, traduciéndose en un ahorro considerable de recursos.
Impulsar la experimentación en las empresas
Los nuevos emprendimientos tienen una capacidad de adaptación y reacción mucho mayor que las empresas tradicionales. Por ende, las organizaciones consolidadas y con gran antigüedad que buscan una transformación continua, pueden emular algunas competencias de las startups para aprender a manejar, organizar y estructurar sus procesos de innovación.
A menudo los obstáculos para la experimentación no son la falta de herramientas o la tecnología, sino los comportamientos, creencias y valores compartidos. Por lo que las empresas, con el objetivo de aumentar su capacidad de experimentación, deben estar abiertas a un cambio sustancial en la cultura para abrirse camino a la creatividad, la imaginación, el talento y la inspiración en la forma de operar, interaccionar, crear y evaluar.
En consecuencia, esto significa crear un entorno donde se nutra la curiosidad de los colaboradores, se premien los fracasos productivos, los datos triunfen sobre la opinión, cualquiera (no solo las personas del departamento de innovación y desarrollo) pueda realizar o encargar una prueba. Además, se realizan experimentos de forma ética, se incorporan startups (equipos con la capacidad de experimentar)
Covid-19 no es la excepción. Las empresas se han visto en la necesidad de adaptar sus bienes, servicios, procesos, estructura organizacional, entre otras cosas, en tan solo pocos meses.
Durante este tiempo tanto grandes compañías como startups han tenido que probar, obtener aprendizaje validado y cambiar para adaptarse y sobrevivir en esta nueva realidad. Aquellas empresas que han incorporado el marketing en el proceso de innovación basado en la experimentación y un entorno o cultura organizacional que promueva la creatividad y el fracaso productivo, tendrán mayores posibilidades de desarrollar una mayor resiliencia para afrontar esta y futuras crisis.
En palabras de…UDEM
Te puede interesar también:
“10 TENDENCIAS QUE CAUSARÁN DISRUPCIÓN EN EL MERCADO”
“HACIA UN NUEVO FUTURO EN LA INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO DE LAS EMPRESAS”