Por Redacción TNE
Ubicado en Bolivia, se caracteriza porque en época de lluvia el desierto se convierte en un enorme espejo.
Uno de los principales destinos turísticos de Bolivia es el Salar de Uyuni, el desierto más grande de sal en el mundo. Cuenta con una superficie de 10,582 km2. El espacio está ubicado al suroeste de Bolivia, dentro de la región altiplánica de la Cordillera de los Andes.
La razón por la que se considera una maravilla natural es porque el salar refleja las nubes cuando está ligeramente cubierto de agua, especialmente durante la época de lluvias entre los meses de enero y marzo, lo que provoca un efecto de espejo que encanta a los visitantes, sobre todo a fotógrafos que llegan de todas partes del mundo para realizar tomas del lugar.
Otra característica del destino turístico es que se considera el mayor depósito de litio en el mundo, al contar con el 90 % de las reservas globales; también cuenta con importantes cantidades de potasio, boro y magnesio.
El Salar de Uyuni durante el mes de noviembre se convierte en el lugar de cría de tres especies de flamencos: el flamenco austral, la parina grande, y la parina chica, lo que atrae a cientos de turistas movidos por el deseo de apreciar el espectáculo natural.
El desierto, que hace 40 mil años fue el lago Minchin y hace 11 mil años el lago Tauca, cuenta con diferentes conjuntos de islotes situados en el centro del salar. El más grande es la Isla del Pescado en donde crecen cactus gigantes de hasta 10 metros de altura.
Su formación se cree fue originada tras el final de una fase de clima húmedo de la zona que produjo un periodo de sequía y posterior aparición de los salares.
Los turistas que visitan la zona pueden hospedarse en algunos de los hoteles que han sido construidos con bloques de sal, lo que los ha considerado como unos de los más extravagantes del mundo.