Viaja al “Mundo Antiguo”, sumérgete en aguas volcánicas y disfruta de atardeceres únicos. Date un chapuzón en albercas que se ubican prácticamente en acantilados.
Por Redacción TNE
¿Alguna vez has escuchado la melodía “Santorini” interpretada por el pianista y compositor griego Yanni? Seguramente eres de aquellos que cuando la escucha tu mente se trasporta hasta el archipiélago homónimo conformado por islas volcánicas y ubicado en el mar Egeo, con ganas de subirte a un velero y navegar por dichas aguas o disfrutar del paisaje que se extiende hasta el horizonte.
De acuerdo a los autores de la antigüedad, su nombre original era Kallisté cuyo significado se traduce como ‘la más hermosa’; posteriormente sería llamada Théra, en honor a Teras, fundador de la colonia doria, una de las principales tribus griegas de la antigüedad. No obstante, a pesar de pertenecer a Grecia, el origen de Santorini es italiano, debido a los mercaderes venecianos que constantemente llegaban a la isla para realizar sus actividades comerciales. Así fue como la llamaron Santa Irene en honor a la patrona del lugar, Santa Irene de Tesalónica. Tras la unificación del archipiélago con Grecia, en 1840, el nombre de Théra vuelve a ser utilizado; sin embargo, Santorini se queda como el más popular y con el que se identifica al lugar.
Así que prepara tus maletas, súbete a un avión, vuela y aterriza en el archipiélago, donde una erupción de emociones hará que te enamores de este lugar. Crea un itinerario para disfrutar de las diferentes actividades que aquí puedes realizar.
Visita el poblado de Imerovigli y disfruta de tardes contemplando las casas pintadas de blanco, albercas que se encuentran al borde de un acantilado y ya en la noche date una vuelta por sus tabernas y restaurantes. No olvides acudir a la pequeña colina donde se ubica la Roca de Skaros, que en otros tiempos servía como punto de vigilancia dada su localización desde lo alto con el objetivo de alertar en caso de que los piratas provenientes del Mar Egeo aparecieran en el horizonte.
Ya sea que tengas un yate, rentes un bote o pagues un crucero de un día, puedes ir a las cercanías del volcán Nea Kameni y recorrer su caldera. Aquí te encontrarás con iglesias construidas en cuevas y viejas escaleras utilizadas en excavaciones para extraer minerales de las minas. Ahora que si te atreves, puedes sumergirte en las aguas termales que conforman un spa volcánico.
Acude a la ciudad prehistórica de Acrotiri resguardada bajo un albergue bioclimático, donde serás testigo de unas de las civilizaciones más antiguas del Mediterráneo y que quedó bajo las cenizas tras la erupción del volcán en el año 1600 a.C, algo así como la Pompeya del Egeo.
Ahora que si quieres relajarte en las playas puedes hacerlo, incluso hasta tienes la oportunidad de elegir colores, pues hay aquellas cuyas arenas son negras, rojas o blancas derivadas de la presencia volcánica.
Cierra la tarde y disfruta de un atardecer en el pueblo de Oia, donde el ocaso deleitará tus pupilas y quedará grabado en tu corazón. Y si vas con tu pareja quizá será el lugar idóneo para pedirle que se case contigo, volviendo mágico e inolvidable el momento.
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