19/01/2016 | Por Noticias TNE
Está hecho a base de grafeno, lo que le permite sentir, estirarse y volver a su estado natural después de ser deformado.
¿Cuál es una de las principales características que nos diferencian de los robots? El simple hecho de que nosotros sí podemos sentir, sin embargo esto increíblemente podría ser cosa del pasado gracias a un grupo de investigadores de la Universidad Monash, en Australia.
A pesar de que muchas máquinas han sido equipadas con sensores perceptibles a la presión, éstas no tiene la capacidad equivalente de sensibilidad que tenemos los seres humanos, por lo que esta nueva “piel” hecha a base de un elastómero celular de grafeno representa un avance considerable que llevará a una realidad la posibilidad de crear manos robóticas sensibles al tacto e incluso prótesis capaces de sentir al mismo nivel que una persona de carne y hueso, y así ser mucho más precisas.
Estos sensores son flexibles y pueden regresar a su forma original después de ser estirados, además de que puede percibir cada minuto del proceso de deformación, de acuerdo a la publicación realizada por los científicos titulada “Advanced Materials”.
Después de que muchos otros dispositivos de este tipo han sido creados, la diferencia con valor agregado de este nuevo invento es que se realizó con grafeno, el material más delgado conocido por la ciencia hasta ahora; una capa de átomos de carbono estructurados en un patrón en forma de panal de abejas.
A comparación de otros elementos similares que se han utilizado para crear este tipo de sensores, como la espuma de poliuretano, el elastómero celular basado en grafeno es muy suave y se restablece mucho más rápido.
De acuerdo al Dr. Ling Qiu, miembro del equipo de investigación, este material tiene la capacidad de detectar presiones y vibraciones en un amplio ancho de banda de frecuencias. “Supera con creces el rango de respuesta de nuestra piel, y también tiene un tiempo de reacción muy rápido, mucho más que el polímero de elastómero convencional” destaca.
Las propiedades destacadas piezoresistivas de esta piel le permiten ser conductores de corriente y además detectar la cantidad de presión que se ha puesto en él, sin embargo usualmente no son tan sensitivas y no vuelven fácilmente a su estado natural, por lo que al agregar el grafeno, se vuelve el componente ideal para crear androides con un aspecto y habilidades más humanas y suaves.
Sus creadores afirman que el avance puede revolucionar la asistencia sanitaria e industria electrónica, lo que permitirá además de diseñar prótesis de alta sensibilidad y robots con sentido del tacto, a llevar a cabo procedimientos quirúrgicos a distancia por medio de brazos artificiales.