18 /01/2016 | Por Redacción TNE
David Arreaga desarrolla técnicas para renovar señales neuronales y así curar enfermedades como el Alzheimer.
La cura de enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson podría estar siendo desarrollada por el científico mexicano David Arreaga Salas, quien gracias a su creación de implantes cerebrales de electrónica flexible, imposibles de ser rechazados por el organismo, la esperanza de que muchas personas puedan recuperarse está cada vez más cerca.
Originario de Nava, Coahuila y egresado de Mecatrónica del Tec de Monterrey, el ingeniero de 29 años actualmente radica en Estados Unidos, en donde se ha especializado con maestría y doctorado en la Universidad de Texas, campus Dallas; ahí estudió las Interfaces Neuronales, para aprender a diseñar dispositivos biomédicos.
La diferencia de la propuesta de Arreaga Salas es que las interfaces neuronales disponibles comercialmente actualmente están hechas de materiales rígidos como el silicio, evitando que la neurociencia avance.
El investigador ha propuesto y desarrollado una técnica en donde se sustituyen las materias primas viejas por tejidos suaves como la gelatina, en donde se contengan las señales que el cerebro necesita para realizar la regeneración.
Con ello, el órgano no tendrá como primera reacción natural el protegerse de un agente extraño, si no por el contrario lo recibirá y aceptará; así, al reducir la respuesta inmune del tejido neuronal, los médicos podrán hacer pruebas y aplicar la tecnología para tratar patologías degenerativas.
“Esta interfaz va a inyectar pulsos de corriente y voltaje para comunicarse con las neuronas y eso te permite tratar enfermedades como Parkinson, Alzheimer, incluso a personas que quedaron cuadripléjicas, le va a permitir que lean las señales de sus neuronas y poder mover así un brazo robótico”, explicó Arreaga Salas.
El ingeniero fundó en el 2014 la empresa Ares Materials, compañía en la que se comercializará la nueva tecnología.
La Agencia Estadounidense de Proyectos de Investigación Avanzada para la Defensa le otorgó un apoyo de un millón de dólares para los siguientes tres años de trabajo y con esto poder acercar el dispositivo al mercado.
El año pasado, Arreaga Salas fue incluido en la lista de Las 30 Promesas del 2015, publicada por la Revista Expansión.