Investigadores de Technion desarrollan un sistema de inteligencia artificial que diagnóstica cardiopatías con más precisión que los médicos humanos.
¿Confiarías en la inteligencia artificial (IA) para diagnosticar problemas cardíacos? Su aplicación en soluciones médicas todavía no es masiva y los métodos actuales usados por los médicos se basan en tecnologías obsoletas.
Investigadores de Technion descubrieron una forma viable para usar la IA en el campo de la medicina y presentaron usos prácticos en el área de la cardiología. Los resultados fueron publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Science (PNAS), de acuerdo con The Jersusalem Post.
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El equipo de científicos demostró cómo usar una nueva tecnología para identificar enfermedades con base en el análisis de cientos de electrocardiogramas (EGG), actualmente el método más común en cardiopatías.
Ahora, con la ayuda de la IA es posible analizar ECG usando una red neural aumentada, a la cual se le enseñaron diversos patrones en función de más de 1.5 millones de ECG a partir de cientos de pacientes alrededor del mundo.
El nuevo sistema es rápido y no invasivo, además provee información sobre el funcionamiento del corazón. De igual manera, es precisó en la detección de condiciones patológicas que los cardiólogos no pueden detectar con facilidad a simple vista.
La inteligencia artificial fue capaz de mostrar la suficiente sensibilidad y precisión para alertar riesgos sobre arritmia, incluso cuando el ECG no lo sugiere. Sin esta clase de diagnóstico, las personas corren el peligro de sufrir ataques al corazón.
No obstante, el riesgo es que los doctores pueden hacer una lectura incorrecta de los resultados, ya sea por cuestiones subjetivas o falta de precisión. Por lo tanto, la experiencia del médico seguirá siendo fundamental.
Los investigadores trabajaron muy cerca con los cardiólogos para crear un sistema de acuerdo con sus requerimientos. Entre lo que se consiguió se encuentra la estimación de la incertidumbre de los resultados, alertas sobre resultados no concluyentes, así como el incremento de patologías que la señal de los ECG no puede detectar.
El estudio fue dirigido por el profesor Yael Yaniv, director del Laboratorio de Sistemas Bioeléctricos y Bioenergéticos en la Facultad de Ingeniería Biomédica en Technion, entre otros participantes.
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La iniciativa fue patrocinada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el Centro de Investigación en Ciberseguridad Technion Hiroshi Fujiwara y el Israel Cyber Directorate.
La capacidad de la inteligencia artificial para diagnosticar problemas cardíacos cada vez es más contundente. Sin embargo, los médicos no deben bajar la guardia para incrementar su expertise.