Por Redacción TNE
Todo lo que ocurre a tu alrededor en la oficina puede estar acabando con tu rendimiento, procura que el efecto sea mínimo.
Las horas que se pasan en la oficina deberían ser totalmente productivas para terminar en tiempo y forma el trabajo que se tiene. Sin embargo es prácticamente imposible que todo se aproveche al 100% ya que quienes laboran son humanos y no robots, así que las distracciones son inevitables.
Lo que sí se puede evitar es que el tiempo perdido sea más que el bien utilizado ¿cómo?, eliminando hábitos que son considerados los “asesinos de la productividad”. De acuerdo a una encuesta de CareerBuilder hay muchas cosas que pasan en una oficina que entran en esta categoría, las principales son:
Revisar y contestar correos
Aunque es una herramienta indispensable para el trabajo, 33% de las personas encuestadas dedican de 1 a 2 horas a revisar, contestar y administrar su correo electrónico. ¿Cómo evitarlo? Primero no llegues a la oficina directo a tu email, antes verifica qué otros pendientes tienes y luego fija de 30 a 45 minutos a media mañana exclusivamente para ponerte al corriente con tus correos electrónicos. En caso de estar esperando algo urgente, hay excepciones pero no abuses de ellas.
Exceso de juntas
Asistir a estas reuniones con el jefe, equipo de trabajo, proveedores, etc., resta muchas horas a tu jornada laboral. Lo ideal es que programes tus juntas bajo una planificación en la que se traten temas distintos, pero que a su vez tengan relación entre sí, así en lugar de tener tres citas habrá una. También es conveniente que éstas tengan la menor duración posible, así que llega a ellas con una minuta de qué se tratará y respétala al pie de la letra.
Interrupciones
Cada vez que alguien te habla para ir a su lugar, cuando tu jefe te hace comentarios, un teléfono sonando, la conversación que los de otra oficina están teniendo, navegar por internet, las redes sociales, tu celular… prácticamente todo es un distractor que te interrumpe en tu jornada laboral y como no puedes trabajar desde una burbuja hermética debes aprender a lidiar con ellos y/o reducirlos, por ejemplo: usa audífonos para no escuchar los ruidos de tu alrededor, destina tiempos fijos para ver internet o revisar tus redes sociales, no atiendas llamadas que no sean urgentes, entre otros.
Periodos de “tiempos muertos”
Todos de pronto experimentamos periodos en los que la inspiración se va y tu mente queda en blanco, así que terminar una tarea se complica. En lugar de quedarte viendo por horas la pantalla sin hacer nada, aprovecha ese momento para hacer otra cosa, como revisar tu email, organizar tu escritorio o adelantar otro pendiente. En ese lapso seguro la creatividad regresará a ti y podrás continuar con lo que hiciste a un lado.
Tomar exceso de breaks
Sí, todos recomiendan trabajar en bloques de tiempo y entre cada uno tomar un break para salir, caminar y respirar aire fresco, pero no abuses de esas pausas. Prográmalas para que tengas una a media mañana y una a media tarde.
Procrastinación
Ya lo dice el dicho “no dejes para mañana, lo que puedes hacer hoy”. Postergar las actividades a lo único que te llevará es a acumular más y más trabajo. Así que trata de que tus tareas diarias se concluyan en el momento adecuado.
Elevar el rendimiento personal es la clave para que las empresas también sean más productivas.