Por Michell Escutia
Hoy en día, la personalización es un tema prioritario en absolutamente todos los bienes y servicios. Tenemos la opción de escoger determinadas características de un producto que siendo “genérico” podemos configurar para que sea único, para que sea nuestro. Para los clientes es más importante el concepto de pertenencia, que las bondades ofrecidas; es decir, poder configurar como uno quiera el auto, la casa, y sobre todo en los dispositivos móviles.
Tomando el tema del futbol, podemos realizar una breve analogía. En un equipo, el director técnico tiene diversas opciones en diferentes ligas para armar su equipo. Busca un portero impenetrable, defensas que sean inagotables a la hora de marcar al oponente, una media creativa e inteligente, que sea capaz de recuperar balones y ponerlos en la zona de ataque y finalmente una delantera temible que concrete cualquier oportunidad de gol. Esto en conjunto lleva una estrategia personalizada con el toque de todo director técnico que encauce su equipo al éxito.
De la misma forma, el usuario es capaz de ver distintas opciones de fabricantes diferentes. Busca un hardware consolidado que garantice su uso día a día como herramienta de trabajo y comunicación personal, busca características de primer nivel como procesador del dispositivo, memoria, capacidad de conexión, píxeles en cámara y la memoria de procesamiento, así mismo un sistema operativo que sea flexible, confiable, estable y que cumpla con sus requerimientos en seguridad y versatilidad de aplicaciones. De esta forma nunca habrá un equipo igual a otro.
Un punto vital de los dispositivos es la capacidad de poder amoldarse al entorno del usuario, sin dejar de ser nativamente un teléfono, tableta o handheld; es importante para la supervivencia del modelo y de la misma marca, el entender las necesidades del usuario, que desde las aplicaciones como las mismas fundas de protección buscan ser diferenciadores de un equipo a otro.
De la misma forma en el entorno empresarial, la gestión de los dispositivos puede ser una vez más como un equipo de futbol. Cada jugador en cada posición tiene una función clave para que el conjunto pueda tener un desempeño exitoso en la cancha.
Un administrador de dispositivos debe contar con diversas funciones clave para que la fuerza móvil de la compañía se desempeñe exitosamente de manera sencilla, eficiente y segura.
En el futbol, cada jugador tiene su personalidad, carácter y aptitudes en el juego. El entrenador debe de conjuntar y engranar a toda su plantilla para que no brille un solo elemento, si no el equipo completo.
De la misma forma el usuario estará siempre a la búsqueda de contar con un buen equipo integrado por funciones, componentes y compatibilidades, usando cada una de las características en provecho de una mejor fuerza móvil que permitirá a la compañía desempeñarse con excelencia, sin perder la personalización aplicada por cada usuario.