Esta tecnología agilizará check-ins, documentación de equipaje y procesos para abordar aviones. Olvídate de largas esperas en las terminales y ten una experiencia de vuelo más satisfactoria.
Durante el último año se ha acelerado el desarrollo de tecnologías contactless, tanto para reducir los contagios como para impulsar la reactivación de la economía, disminuyendo los riesgos para las personas. El reconocimiento facial es una de ellas y viene a revolucionar la industria de los viajes, entre otras, un sector impactado por la pandemia y que poco a poco comienza a agarrar vuelo de nuevo.
Dicha tecnología, además de garantizar que los pasajeros cumplan con los requisitos de salud para viajar, ayudará a mejorar los tiempos en los aeropuertos, agilizando procesos de documentación, verificación de identidad, así como otros pormenores. De esta forma se confirma que las personas son quienes dicen ser y no ponen en peligro la vida de otras.
Los cambios cada vez son más acelerados. Por ejemplo, en el aeropuerto de Los Ángeles, en Estados Unidos, aerolíneas como Lufthansa y British Airways usan terminales de autoabordaje con la ayuda del análisis de datos biométricos. Así, un avión A380 con capacidad para 350 pasajeros es abordado en apenas 20 minutos1.
Pase de abordar incluido en el rostro
La implementación del reconocimiento facial contribuye a que la experiencia en los aeropuertos sea más rápida, fácil y segura. Desde su llegada, el pasajero escanea su rostro para confirmar su identidad e imprimir las etiquetas con la intención de documenta su equipaje. Así como se espera que desaparezcan los cajeros en los supermercados, no sería de extrañar que también lo haga el personal de mostrador de cada aerolínea.
A medida que continúa su recorrido, el viajero tiene que pasar por puntos de control, más cuando se trata de una conexión internacional. Aunado a esto, las filas destinadas a revisar documentos son largas y no siempre se cuenta con el tiempo suficiente para ir de una terminal a otra, con el riesgo de perder el vuelo.
Por lo anterior, los sistemas de verificación de rosto ayudarán a confirmar la identidad de la persona con más precisión, agilizando el proceso. Con esto, la intención es lograr que los viajes sean más seguros para aquellos que cumplan con las normas, pero identificando a quienes intenten violar la ley. De esta manera se busca lograr que la experiencia de viaje sea placentera, desde que llega al aeropuerto hasta que aterriza en su destino.
Con lo mencionado vale la pena reflexionar qué tan dispuestas están las personas a usar esta clase de sistemas, aun sabiendo de que así tendrán la certeza de que quienes van a su lado en al asiento no son terroristas o algún criminal que es buscado por la policía. ¿Lo harían o les generaría problemas el cómo se maneja su información?
Seguro no quieres viajar a lado de un terrorista
Empresas como Microsoft, IBM y Amazon se han visto en la necesidad de por lo menos suspender las ventas de software de reconocimiento facial. Esto debido a la preocupación que genera su uso por parte de la policía en medio de la injusticia racial, por mencionar un ejemplo.
Además, Meta (compañía matriz de Facebook), también dejará de usar esta tecnología para identificar a personas en imágenes y fotos. Toda esta polémica tiene sus bases en el manejo de datos y la privacidad de los usuarios.
Hablando del turismo vacacional y de negocios, ¿está garantizado el cuidado de la información? Este sector, al igual que el resto, tiene muy presente la importancia de ofrecer a los consumidores la tranquilidad de que sus datos están completamente resguardados.
Compañías como Delta Airlines son claras al afirmar que no almacenan las fotos que les toman a los pasajeros. Lo único que hace el sistema es tomarla con la intención de compararla con la base de datos donde se encuentran los registros de los pasaportes. Una vez confirmada la identidad, inmediatamente desaparecen del programa de análisis de rostro.
Bien implementado, el reconocimiento facial aplicado en la industria de viajes hará que sea más el tiempo que los pasajeros pasan a bordo de un avión y no en los aeropuertos, entre recorridos, puntos de revisión y traslados de una terminal a otra.
Referencias: 1Deloitte/The Wall Street Journal