13/05/2016 | Por Noticias TNE
Desarrollan dispositivo similar a una cápsula capaz de recuperar baterías, botones o parches médicos de tracto digestivo.
La tradición japonesa del origami mezclada con las nuevas tendencias de la robótica han generado un nuevo avance dentro de la medicina que evitará métodos agresivos al cuerpo y hará más efectivos los procesos de microcirugía.
Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Sheffield y el Instituto de Tecnología de Tokio desarrollaron un pequeño robot de origami que se introduce al cuerpo como si fuera una cápsula y se dirige a los campos magnéticos externos con el objetivo de arrastrar hacia afuera del organismo objetos extraños, como un botón, un pequeña batería, una moneda o el parche de una herida interna.
¿Qué utilidad podría tener? Tan sólo en Estados Unidos se estima que anualmente se presentan unos 3,500 casos de americanos que tragan baterías del tamaño de un botón, lo que significa que deben realizarles procedimientos médicos para retirarlas y, en algunas ocasiones, hasta requerir cirugías.
Daniela Rus, profesora del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencias Computacionales del MIT, señaló que es destacable ver las acciones que un mini dispositivo puede conseguir.
“Tiene un importante potencial en aplicaciones para el cuidado de la salud. Para poder llegar al interior del cuerpo era necesario algo muy pequeño, pero controlable y eso es lo que representa este robot; con éste logramos hacer más sencilla la complicada tarea de guiar la máquina en el organismo para realizar las tareas que se desean” dijo.
Para utilizarlo, los pacientes recibirán el robot congelado en una “cápsula” de hielo que tras tragarla, se derretirá con la temperatura del cuerpo y luego se “desenvolverá” para empezar a trabajar.
Las primeras pruebas las realizaron en estómagos de cerdos que se adquirían en mercados, para ver la resistencia del robot y su eficacia para trabajar; una vez que se observó que no tuvieron problemas se inició la ronda de tests con personas.
Sus usos probados hasta el momento son para poder atrapar objetos extraños que previamente han sido ingeridos, limpiar el estómago, colocar o retirar parches, administrar medicamentos en una zona específica y como guía para los cirujanos al realizar microcirugías no invasivas, sin embargo se espera que pronto el robot sea capaz de realizar procedimientos más complicados como realizar operaciones o curar heridas internas.
¿Qué pasa con el dispositivo una vez que concluye su tarea? Desaparece sin dejar rastro alguno en el organismo… y hay que tragar otro si es necesario.