Inteligencia artificial (IA) reconoce padecimientos con mayor rapidez tras analizar imágenes. Sin embargo, los resultados del estudio no son concluyentes.
Una reciente investigación sobre IA concluyó que los robots detectan enfermedades de forma efectiva al igual que los profesionales de la salud. Dichos avances tecnológicos promete revolucionar el sector de la salud e impactar de manera positiva en la vida de los pacientes.
El estudio, publicado en el Lancet Digital Health Journal, se enfocó en el aprendizaje profundo, apoyándose en algoritmos, datos y poder computacional para emular la inteligencia humana. Así, los ordenadores pueden identificar patrones de enfermedades al examinar miles de imágenes.
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La investigación se enfocó en 20 mil 500 casos publicados desde el 2012, pero sólo menos del 1% presentaban información de calidad. Mediante el análisis de 14 documentos, se determinó que la inteligencia artificial y los médicos están a la par a la hora de identificar padecimientos.
“Dentro de este conjunto de estudios de alta calidad, descubrimos que el deep learning podría detectar desde cánceres hasta enfermedades con la misma precisión que los doctores”, comentó Alastair Denniston, coautor de la investigación.
Denniston aclaró que es importante considerar que la inteligencia artificial no superó de forma sustancial y convincente el diagnóstico. Esto a pesar de que la IA pudo identificar correctamente a los pacientes sanos en el 93% de los casos, en comparación con el 91% de los médicos.
Lo anterior implica que debe mejorarse el diseño del estudio, incluyendo pruebas en las mismas condiciones en que trabajan los profesionales de la salud.
“La evidencia sobre cómo los algoritmos de IA cambiarán los resultados de los pacientes debe provenir de comparaciones con pruebas de diagnóstico alternativas en ensayos aleatorios controlados”, comentó Livia Faes, investigadora en el Hospital Moorfields Eye de Londres, en un comunicado.
Faes señaló que hasta el momento apenas existen ensayos de esta clase donde los algoritmos toman decisiones para ver qué ocurre con los resultados que realmente les importan a los pacientes. Por ejemplo, tratamiento oportuno, tiempo que tardan en recibir el alta del hospital e incluso las probabilidades de supervivencia.
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“Una lección clave de nuestro trabajo es que cuando se trata de inteligencia artificial, como en cualquier otra área de la salud, importa el buen diseño del estudio”, puntualizó Xiaoxuan Liu, coautor de la investigación.
Lui añadió que sin una base sólida se puede caer en error de introducir información tendenciosa, alterando los resultados. En consecuencia, se producen exageraciones sobre el buen desempeño de la IA que no se termina de reflejar en el mundo real.
Si bien los robots detectan enfermedades de forma precisa al igual que los doctores, aún queda camino por recorrer. Se requiere de investigaciones más estructuradas para determinar que los resultados sean convincentes.
