Los dispositivos conectados al hogar pueden ser controlados por exparejas vengativas a fin de abusar de sus víctimas de forma remota.
25/06/18 | Por Noticias TNE
Una expareja vengativa con un dispositivo conectado al Internet de las cosas puede convertirse en una pesadilla. ¿Te imaginas en la noche que no deje te dormir porque apaga y enciende las luces o prende la televisión a todo volumen mientras descansas plácidamente?
Mujeres en la ciudad de San Francisco han reportado a líneas de emergencia encendidos y apagados repentinos de aires acondicionados, cambios en los códigos de candados para entrar a la casa y que “alguien” tocaba el timbre.
Lo anterior corresponde a un nuevo patrón de violencia doméstica derivado del incremento de los aparatos inteligentes conectados en el hogar (altavoces, luces, cámaras, entre otros) y que son usados como medios de acoso, venganza y control.
De acuerdo a una investigación realizada por el New York Times, se realizaron más de 30 entrevistas a víctimas de violencia doméstica, sus abogados, trabajadores de albergues, entre otros, quienes comentaron cómo la tecnología se está convirtiendo en una herramienta para afectar a otros.
Los acosadores, a través de apps instaladas en sus smartphones, controlan aparatos cotidianos del hogar con la intención de observar, escuchar y en otras ocasiones para asustar y demostrar poder. Este es un problema que se agrava debido al desconocimiento de cómo operan los dispositivos inteligentes y cómo evitar que persista la situación.
“Las personas han comenzado a alzar las manos en las capacitaciones y a preguntar sobre el tema”, comentó Erica Olsen, directora del Safety Net Project en la red Nacional para Erradicar la Violencia Doméstica (NNEDV, por sus siglas en inglés). Incluso la directiva se mostraba cautelosa en hablar sobre el mal uso de las tecnologías porque no querían abordar el tema como tal, pero se ha vuelto tan prevalente que ha tenido que hacerlo.
Si bien el acceso a los dispositivos puede ser denegado al resetearse y cambiando las contraseñas, no hay un remedio totalmente confiable. Esto porque es muy sencillo modificar los controles y quién tiene acceso a la cuenta del producto inteligente, hecho que también facilita a los hackers ingresar al sistema.
Hasta el momento no hay organizaciones que monitoreen el uso de los aparatos inteligentes en asuntos de violencia doméstica; sin embargo, los casos van a la alza. Según un informe de McKinsey, en 2017, 29 millones de hogares en Estados Unidos contaban con alguna clase de tecnología inteligente, con un crecimiento anual del 31%. Empresas de asistencia telefónica (hot lines) revelaaron un aumento considerable en los últimos 12 meses de usuarios que llamaron para reportar pérdida de control en puertas conectadas al Wi-Fi, altavoces, termóstatos, luces y cámaras. “Los llamadores han dicho que los abusadores monitorean y controlan (los dispositivos del hogar conectados) remotamente a través del sistema de hogar inteligente”, comentó Muneerah Budhwani, quien recibe llamadas en la US National Domestic Violence Hotline.
Los dispositivos conectados generalmente son instalados por hombres, así lo sugiere Melissa Gregg, directora de investigación en Intel. Esto, además de que las relaciones abusivas se basan en poder, incrementa las posibilidades de que la tecnología se utilice para ejercer el control sobre otras personas.
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