Adobe no sólo está desarrollando herramientas de alteración de fotos, sino también para identificar si son falsificadas en un acto de conciencia social.
25/06/18 | Por Noticias TNE
En un mundo donde cada vez es más fácil falsificar tanto fotografías como videos con fines maliciosos, Adobe recientemente anunció una nueva tecnología que utiliza la rama del machine learning de la inteligencia artificial para ayudar a detectar imágenes editadas con Photoshop. De esta forma, la desarrolladora de software tiene como objetivo aumentar la confianza y la autenticidad en los medios digitales.
La acción parece ser un buen despliegue de conciencia y responsabilidad social, ya que Adobe siempre ha estado a la vanguardia en la actualización constante de Photoshop para volver más y más fácil la creación de fotografías que parecen completamente auténticas; sin embargo, estas también tienen la capacidad de erosionar cualquier confianza que uno pueda tener sobre la veracidad de una imagen.
Para entrenar a una computadora, el equipo la alimentó con miles de fotos manipuladas y el software analiza un puñado de pistas diferentes que sugieren que podría ser manipulada. Un método es buscar las pequeñas diferencias en los canales de color rojo, verde y azul.
El segundo procedimiento es generar un mapa de ruido; por ejemplo, del grano visible que captura una cámara, más obvio en ISOs altos. Debido a ese patrón único, cualquier objeto agregado resaltará claramente en las mediciones. Utilizar ambas técnicas en conjunto ayuda a mejorar la precisión del programa.
“Nos enfocamos en tres técnicas comunes de manipulación: el empalme, en el que se combinan partes de dos imágenes diferentes; copia y movimiento, donde los objetos de una fotografía se mueven o clonan de un lugar a otro; así como la eliminación, donde se quita un objeto y se rellena el hueco con otra cosa”, declaró Vlad Morariu, científico de investigación senior en Adobe.
Eso no es todo, Adobe también quiere usar la verificación humana para agregar una capa adicional de seguridad. “Es importante desarrollar la tecnología de manera responsable, pero en última instancia, se crea al servicio de la sociedad. En consecuencia, todos compartimos la responsabilidad de abordar los posibles impactos negativos a través de cambios en nuestras instituciones y convenciones sociales”, concluyó Morariu.
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