No basta con definir las herramientas adecuadas, también hay que identificar las posibles trabas a la hora de implementarlas y anticiparte.
Por Carlos Gómez Puig
Así como no por comprar un instrumento musical nos convertimos en “expertos” intérpretes del mismo, la adquisición de nuevas tendencias tecnológicas no es más que un requisito si no va acompañado de un proceso que implica su correcta incorporación para obtener los tan sonados beneficios para la competitividad y crecimiento que conlleva el estar a la vanguardia.
Es por ello que los directivos de las principales empresas tienen legítimos cuestionamientos sobre la tecnología digital y las oportunidades que promete, sin embargo la mayoría de éstas hoy en día se preparan o están en el proceso de implementación de la misma. La pregunta clave es ¿cómo hacerlo con éxito?
Siete capacidades críticas para la adopción tecnológica
Pese a lo incierto del mercado, es cada vez más evidente que las organizaciones que utilizan exitosamente tecnologías para impulsar su crecimiento, operan con un conjunto distinto de reglas y habilidades que las diferencian de sus competidores. Quienes lideran la transformación digital no sólo cuentan con el derecho de jugar bajo las nuevas reglas, sino que además poseen la habilidad de redefinirlas para beneficio de su ventaja competitiva.
Las compañías han podido identificar, desarrollar y sobresalir con la tecnología digital mediante el desarrollo de siete capacidades críticas. Éstas pueden ayudar a mejorar la adopción, independientemente de su estrategia o industria para obtener beneficios a largo plazo:
1. Sentir e interpretar la disrupción: analizar lo que los cambios significan para el negocio y cuándo tendrán impacto en éste.
2. Experimentar para desarrollar y lanzar nuevas ideas más rápido: resolver los problemas de nuestros clientes implica experimentar más y aprender a transformarnos de manera continua.
3. Entender por completo y aprovechar los datos: transformar los números en información útil y encontrar nuevas maneras de monetizarlos.
4. Construir un equipo experto: mantener una fuerza laboral con las habilidades digitales necesarias.
5. Invertir en actividades no primordiales: formar nuevas alianzas, especialmente aquellas no ortodoxas.
6. Organizar para la velocidad: obtener soporte de la alta dirección y fomentar un equipo central dedicado en impulsar la adopción de las nuevas tendencias.
7. Diseñar una experiencia exquisita para el cliente: reconocer que la principal motivación para un negocio es la calidad de la experiencia que ofrece.
Trampas para el liderazgo y la gestión de la fuerza laboral
Mientras que los efectos de la disrupción digital en los negocios y modelos de operación resulta un territorio ampliamente conocido, el impacto sobre la capacidad de producir bienes por parte de sus empleados, pudiera ser el talón de Aquiles de las organizaciones que buscan innovar en este sentido.
Un liderazgo capaz de reorganizar y preparar a la fuerza laboral para su correcta adopción resulta imprescindible para el éxito de la empresa. Después de todo, se requiere un factor humano capacitado, ágil y colaborativo para liberar el potencial que las herramientas tecnológicas digitales poseen.
Una investigación basada en más de 700 entrevistas a líderes de negocios en Estados Unidos, China, Japón y la Unión Europea con el objetivo de entender cómo estos capitalizan las tecnologías para acelerar el crecimiento y la competitividad, arrojó tres principales escenarios o trampas en las que el liderazgo de una organización que busca adoptar las nuevas tendencias suele caer, así como las recomendaciones clave para evitarlas:
No. 1: Una mentalidad correcta mal enfocada
Reconocer sus beneficios no es lo mismo que ser digital. Los líderes empresariales esperan ver mejoras a lo largo de un amplio rango de factores impulsados por la adquisición de tecnologías tales como la Realidad Virtual y la Aumentada, los asistentes cognitivos, la inteligencia artificial o el Internet de las cosas. No obstante, por sí misma no genera valor si no se enfoca en las necesidades puntuales de cada organización y son asimiladas en el día a día. Es decir, es necesario experimentar con ella e integrarla en procesos que simplifiquen, automaticen y aumenten “el cerebro y el músculo” de la compañía.
No. 2: Una estrategia correcta con habilidades erróneas
No es únicamente cuestión de cuándo las empresas deben de adoptar las nuevas herramientas tecnológicas, sino de cómo se llevará a cabo dicha aceptación por parte de la fuerza laboral. En este proceso se debe de considerar que conlleva cambios en roles y habilidades. Por ejemplo: la automatización inteligente significa que los empleados tomarán roles de mayor valor, los cuales requieren habilidades de análisis de datos y resolución de problemas.
Adicionalmente, capacidades fundamentales tales como las relacionadas con la comunicación y una visión de negocio serán altamente demandadas, donde los empleos pasarán a ser definidos como un conjunto de habilidades especializadas, tal es el caso de los desarrolladores, así como gerentes de contenido y productos digitales o scrum masters en la industria de TI.
En este sentido, es recomendable que la organización aproveche de manera activa su ecosistema ampliado, se asocie con instituciones educativas y explore nuevas fuentes de talento.
No. 3: Las prioridades correctas, pero la guía equivocada
Moverse a un entorno digital afecta a la fuerza laboral de muchas maneras. Casi todos los líderes de negocios reconocen la importancia de tomar acción, para transformar su capacidad de trabajo y tener éxito en la economía; sin embargo, existe una carencia de liderazgo y visión, los cuales son citados como uno de los principales retos de esta adopción; y muchos directivos no se sienten capaces de realizar los cambios en la administración que se necesitan para adaptar la compañía a la era digital.
Los altos mandos empresariales requieren generar una cultura de retroalimentación e innovación que impulse la toma de decisiones a todos los rincones de la organización.
Estos tres escenarios dan a relucir que los directivos deben actuar en sus estrategias, ajustar los conjuntos de habilidades de su fuerza laboral y priorizar los cambios requeridos por ésta para acelerar el camino hacia lo digital.
La adopción es acción
Los líderes tanto de negocios como de operación, tendrán que preparar sus organizaciones mediante la inversión en nuevas habilidades y mediante una reflexión ardua acerca de cómo desean reestructurar la manera en que trabaja la compañía.
Esto quiere decir que adquirir y capitalizar la tecnología requerirá convertirse en estudiosos de la misma y no observadores pasivos; organismos que aboguen activamente por el cambio, más no sólo consumidores de software y herramientas. Para aquellos que estén listos para adoptar las nuevas tecnologías en el corazón de su negocio, los próximos años serán por demás emocionantes.
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