Permite a tu equipo de trabajo construir nuevas ideas y deja al espíritu emprendedor e innovador fluir dentro de la organización.
Por Redacción TNE
Con la disrupción continua ocurriendo en todas las industrias, las compañías deben probar nuevos terrenos para seguirse generando oportunidades en el mercado; necesitan modificar procesos y/u ofrecer nuevos productos constantemente a fin de tener una ventaja competitiva. La innovación se ha convertido en la norma de supervivencia hoy en día.
En estos momentos en que surgen grandes cantidades de nuevos emprendedores, es hora de que las empresas sigan también este patrón. Por lo tanto, existe una gran necesidad de acoger un espíritu emprendedor desde adentro si quieren seguir aportando ideas innovadoras.
Aquí es donde entran en escena los intrapreneurs, colaboradores creativos, motivados y proactivos. Personas ansiosas por crear algo nuevo y diferente sin tener que aventurarse por su cuenta.
El intrapreneur trabaja desde dentro de la empresa, orientándose a un proceso en específico de ella, a fin de resolver un problema en específico. Estas personas asumirán riesgos dentro del contexto de la organización, no requieren recaudar capital y tienen acceso a mentores, lo que les libra del estrés usual de un emprendedor común y les permite enfocarse plenamente en sus ideas.
¿Sabías que el botón de like de Facebook se desarrolló dentro de uno de los múltiples hack-a-tons que organiza la red social? ¿Qué tal la historia de las notas Post-It, creadas gracias a que la compañía 3M les permite a sus empleados utilizar el 15% de su tiempo de oficina en el desarrollo de nuevos proyectos?
Al final del día, los beneficios serán palpables al 100% para ambas partes ¿Qué puedes hacer por tu cuenta para generar empleados dinámicos y ávidos de transformar su entorno?
Construye el ambiente idóneo
Simplemente tener gente de diferentes departamentos trabajando juntos genera una nueva conversación que permite descubrir formas de mejorar la organización en general.
Procura siempre tener un tiempo reservado entre las actividades diarias para que todos piensen y compartan lo que tengan en mente. Pregunta a cada quién sobre un tema en específico, nunca sabes cuándo puedan responderte con diversas sugerencias y formas de mejorar la metodología del negocio.
Define la autonomía y prioridades de trabajo
Este es un parámetro muy crítico y delicado que los altos mandos deben establecer en primera instancia. Los colaboradores pueden verse abrumados por los proyectos adicionales que podrían emprender, por lo que es esencial elaborar un plan que determine qué tanta autonomía pueden tener más allá de su flujo tradicional de trabajo así como los recursos que tienen disponibles.
Por ejemplo, puedes asignar horarios específicos en los cuales la gente podrá dedicarle tiempo a la generación de ideas o piensa en permitirles acceso especial a tus instalaciones para que puedan trabajar a gusto fuera de las horas normales de oficina.
Promueve una cultura de pensamiento libre, deja que las ideas fluyan. Evita estar detrás de sus espaldas monitoreándolos constantemente, rechazando o modificando sus proyectos a cada paso del proceso. Recuerda que las mentes creativas necesitan operar por su propia cuenta sin demasiadas restricciones.
Alienta la “prueba y error” sin estigmatizar los fracasos
La actitud de probar y probar nuevas cuestiones debe ser aplaudida en todo momento, si culpas a un miembro de tu equipo cada vez que el resultado no es el esperado lentamente mermarás su actitud al grado que ya no querrá seguir aportando. ¿Acaso estás en la búsqueda de personas proactivas y animadas o quieres robots que sólo esperen la siguiente orden?
Tendrías que vivir en un mundo fantástico para pensar que los resultados llegan a la primera, recuerda que con cada intento estás un paso más cerca de tu siguiente éxito. Empresas como P&G y Google otorgan periódicamente un “Premio al fracaso” a aquel proyecto fallido que haya ofrecido el mejor aprendizaje para el equipo.
Asegúrate de siempre dar el reconocimiento adecuado cada vez que algo resulte exitoso. Si los empleados sienten que no son reconocidos adecuadamente por sus esfuerzos, no tendrán mucha motivación por hacer un esfuerzo adicional y pensar en nuevas ideas en el futuro.
Fomenta la sana competencia y el individualismo
El equipo de trabajo debe tener un agradable ambiente y sentido de competencia entre los participantes a fin de lograr la mejor labor posible y así obtener resultados. Si cada persona aspira a dar lo mejor de sí mismos, por consecuencia potenciarán al resto de sus compañeros. Sin embargo, como líder tu misión será asegurarte de que recuerden que el éxito de todos está entrelazado.
Permite a cada persona ser como es, no asfixies a quien tenga una personalidad pintoresca, déjala crecer y contagiar a quienes la rodean. La autenticidad ayuda a los colaboradores a determinar rápidamente si una empresa es o no adecuada para ellos; permitir la individualidad mejora la productividad general del lugar de trabajo al crear un entorno más abierto e inclusivo. Da espacio a que la energía positiva fluya por la oficina.
Al final del día, todos forman parte de un sólo equipo, haz que cada uno dentro de la organización se sienta como parte de algo mayor.
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