Pregunta, cuestiona y toma acción en equipo para catalizar el cambio dentro de los procesos organizacionales. Piensa como diseñador y abrirás tu mente a nuevas opciones.
Por Redacción TNE
El ser humano naturalmente desarrolla patrones de pensamiento modelados en actividades repetitivas y conocimiento de fácil acceso. Lo anterior ayuda a aplicar rápidamente las mismas acciones en situaciones similares o familiares, pero también tienen el potencial de impedir que desarrollemos nuevas formas de ver, comprender y resolver problemas debido a que nuestras mentes se vuelven “cuadradas”.
En esta instancia es cuando entra en acción el design thinking, la manera ideal de catalizar el cambio dentro de las empresas. Significa pensar desde una perspectiva diferente en la búsqueda de un enfoque nuevo e interesante para la resolución de problemas con el fin de crear soluciones innovadoras que las personas amen.
Explorar nuevos y desafiantes caminos
Dentro de este proceso se busca comprender al usuario, cuestionar todas las suposiciones y redefinir los problemas, en un intento de identificar estrategias alternativas que pueden no ser inmediatamente aparentes con nuestro nivel inicial de comprensión. Para alcanzar este objetivo, se toman en cuenta cuatro lineamientos clave:
1. Todos en el mundo son diseñadores por naturaleza porque tienen sus propias opiniones y preguntas; por ejemplo, “¿cómo se pueden hacer las cosas mejor?” Recuerda que aquel que diseña, fija un curso de acción dirigido a cambiar situaciones existentes.
2. Es imperativo creer que no hay imposibles, tener una mentalidad de abundancia, ser optimista, pensar que el futuro será mejor y siempre preguntarse “¿qué tal si…?” en vez de “¿qué está mal?”
3. Estar abierto a intentar, experimentar y fallar lo más rápido posible. Es necesario avanzar hacia la próxima iteración aprendiendo de cada intento. Hay que probar muchas posibilidades diferentes y usar toda la retroalimentación al principio de cada proceso.
4. El diseño es un deporte de equipo, todos están juntos en la búsqueda del objetivo. Hay que dejarse inspirar por los compañeros y desafiar tu persona con el fin de contribuir y comentar sobre los proyectos de los demás.
¿Por qué es importante?
Anteriormente, los negocios buscaban centrarse en la tecnología, implementar soluciones estilo waterfall –modelo de secuencia lineal poco flexible en donde el progreso fluye en una sola dirección, usualmente de arriba hacia abajo como una cascada–, los colaboradores eran individualistas y los requisitos impulsaban a los prototipos.
En la actualidad, las empresas ahora se centran en la gente y las experiencias, son iterativas, ágiles, colaborativas y multifuncionales, además de que ahora son los prototipos los que impulsan los requisitos.
Ha llegado el momento de dejar de pasar demasiado tiempo diseñando el puente y comenzar a pensar más en las personas que lo cruzan. Se debe dar el paso de fomentar el pensamiento innovador, resolver los problemas correctos, alinearse al objetivo y tomar acción.
Los cinco elementos que definen el design thinking
Se centra en el ser humano: comienza con la empatía y la comprensión a través de la observación directa y la investigación. Es importante contar con la capacidad de ponerse en la piel de los usuarios para ser capaces de generar soluciones de acuerdo a sus realidades.
La creatividad es un factor clave: uno de los principales puntos es saber replantear la problemática y verla desde otra perspectiva. Puedes preguntarle a una persona que dibuje unas escaleras, pero obtendrás una respuesta completamente diferente si le preguntas “dibuja algo que te ayude a subir y bajar”.
Es iterativo: se busca refinar la definición del problema hasta el más mínimo detalle y sus posibles soluciones basándose en la retroalimentación. Es importante desafiar los supuestos y crear propuestas innovadoras.
En ocasiones las ideas más locas son las que generan el mayor impacto, pero en otros casos las más sencillas pueden llegar a ser las más visionarias.
Enfocado en prototipos: el objetivo es volver los planteamientos surgidos hasta el momento en representaciones tangibles. De esta manera se visualizan de forma clara y ponen de manifiesto los elementos a mejorar antes de llegar al resultado final.
El equipo y la colaboración lo son todo: cuanto más diversa sea la experiencia de los involucrados, más sencillo será sumar puntos de vista y conocimientos al proyecto. Así se incrementan las posibilidades de descubrir “el hilo negro”.
Sobre todo, para que esta metodología funcione, las personas deben ser curiosas, observadoras y positivas a fin de dar rienda suelta a su potencial. Cuestionar lo racional, así como dejar de lado los prejuicios y conjeturas es clave para el éxito.
Con información de Tina de Rycke, Director Sales Enablement, Talent Management and Operations Cloud First Canada en Accenture, durante el taller de Design Thinking efectuado durante el evento Accenture MxNow.
Te puede interesar también: